Los temblores del 2020 dañaron el radiotelescopio. No hubo tiempo de salvar la compleja estructura.
El año 2020 se ha llevado muchas estructuras icónicas de Puerto Rico, y este diciembre, vapuleado por la ristra de temblores y temporales que han sacudido a la Isla casi incesantemente, hizo colapsar el emblemático Radio Observatorio de Puerto Rico.
En horas de la madrugada del primer día del último mes del 2020, se partieron varios cables que cargaban la pesada estructura central del radiotelescopio, lo que hizo que todo se viniera abajo con un gran estruendo.
La gran plataforma de enviar ondas de radio a lo profundo del espacio, pesa 900 toneladas. Tristemente, el colapso ocurrió en medio de gestiones internacionales para acopiar fondos y pericia de reparación y uso continuado del observatorio.
Esto, a pesar de que la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos dijo el pasado mes que en estado actual de daño, resultaba peligroso mantener en funcionamiento del radiotelescopio y su único y enorme plato hemisférico de recepción y envío de señales, uno de los más grandes del mundo.
SACUDIONES – Los temblores del 2020 maltrataron demasiado a la icónica estructura de seis décadas en uso continuo y enclavada desde 1963, en un sumidero de la zona kárstica de Arecibo (municipio al norte de Puerto Rico).
El portal space.com indicó que el Observatorio tuvo que cerrar tan pronto comenzó la cepa de temblores en enero de este fatídico 2020. Los ingenieros y científicos inspeccionaban constantemente los soportes y el plato usando un droney cada vez encontraban averías significativas. La armazón principal del telescopio radial tiene 350 metros de diámetro y el domo colgante estaba a 500 pies de altura.
Las inspecciones continuaban mientras persistan los temblores, los cuales se calcularon en más de mil primarios y secundarios.
El mayor sismo fue el de 6.7 ocurrido el 7 de enero. No menos de 30 de estos han sido de magnitud mayor a 4.0.
TEMPORALES – Otro portal,lpi.usra.edu, de la Sociedad Internacional de Astronomía, indicó que los sismos ocurrían en medio de las reparaciones al Observatorio que datan desde el 2017 cuando lo averió seriamente el huracán María. El temporal causó mayormente perforaciones en los paneles del plato hemisférico. De hecho, esa tempestad dañó además mucho de los sensores de terremotos instaladas en puntos claves del Radiotelescopio.
No obstante, hasta el colapso, sus científicos no cejaron en sus tareas rutinarias incluyendo el monitoreo día y noche para señales de vida inteligente desde algún confín del universo visible.
OJO PROFUNDO – Es interesante notar que a mediados del 2019, el radiotelescopio detectó señales de agua helada en el planeta Mercurio. Lo hace mediante el rebote de poderosas señales desde una superficial celestial, igual que ocurre durante un sonograma al vientre de una futura madre. El Observatorio puede enfocar el radar hacia Mercurio solamente 20 días al año, pues su órbita lo saca de la línea de tiro del radar.
En 1974, para marcar una actualización del radiotelescopio, los astrónomos Frank Drake y Carl Sagan (el autor de la novela «Contact») hicieron algo increíble: lo usaron para enviar un mensaje a un cúmulo de estrellas globular «cercano» llamado M13. Ese cúmulo de más de 300,000 estrellas está a unos 22,000 años luz de distancia. Eventualmente, en 22 mil años se hubiera recibido el resultado de lo que se conoce como el «mensaje de Arecibo».
Los astrónomos del Observatorio pasaban mucho de su tiempo buscando asteroides que puedan pasar muy cerca de nuestro planeta. Dos objetos no naturales cayeron al norte de Puerto Rico a mediados de enero, descritos como pedazos de “basura espacial”. Es decir, restos de satélites artificiales. Pero, el radiotelescopio se concentraba en los asteroides que pululan en el espacio y puedan presentar un peligroso impacto para la Tierra.
CINE – Otro dato llamativo es que el Observatorio de Arecibo ha sido escenario de dos películas de Hollywood. La de James Bond, en 1995, titulada “Golden Eye” y la de Jodie Foster, “Contact”, de 1997 en la que ella hace de una científica que descubre vida alienígena desde Arecibo.
En 2007, Puerto Rico por poco pierde por primera vez el radiotelescopio cuando la Fundación Nacional de la Ciencias, quedó sin fondos operacionales. Varias universidades, principalmente la Universidad Central de Florida y el Sistema Universitario Ana G. Méndez, lo rescataron y permaneció activo y siempre conectado a la Web.
cccrafael@gmail.com
(El autor es periodista y profesor de multimedios residente en San Juan, Puerto Rico).
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