Santo Domingo (República Dominicana).- La candidata vicepresidencial de Fuerza del Pueblo (FP), del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y aliados deploró que la “mafia siciliana” asentada en el Palacio Nacional se ensañó también con los productores de ajo y otros agricultores de este municipio.
Según Sergia Elena Mejía de Séliman ese grupo quebró a esos productores y a la vez afecta la seguridad alimentaria del pueblo.
En un recorrido por esta demarcación de la provincia de La Vega junto a altos dirigentes de ambas organizaciones, condenó la improvisación, discriminación y políticas fallidas del Gobierno, en perjuicio mayoritario de los cultivadores de hortalizas así como de fresas y flores.
La compañera de boleta del expresidente Leonel Fernández llamó a la coalición de partidos que postulan al ex gobernante a la presidencia de la República a trabajar unidos para conquistar de nuevo el poder y “salvar a los que producen los vegetales que come el país”.
Lejos de venir a darle la mano amiga a los productores de ajo, de hortalizas, de flores y fresas, el Gobierno los deja a su suerte y para peor vienen a plantar una mafia con el negocio del ajo, lo que es igual a que vienen a aprovecharse en vez de ayudar, eso llora ante la presencia de Dios”, dijo.
Agregó que resultaba perturbador constatar la situación de calamidad de un pueblo que representa tanto para la comida del pueblo porque si Constanza no produce, “no comemos vegetales“.
Mejía de Séliman se refirió en específico, a que a solo dos meses de finalizar el Gobierno anunció permisos de importación de 150 mil quintales de ajo, adicionales a 40 mil ya en vigencia que se suman a 10 mil de producción nacional, lo que redundará en una sobreoferta por los próximos dos años que significará la quiebra para los cosechadores locales.
Para encubrir esa desacertada política con el ajo a favor de unos pocos vivos, las autoridades anunciaron compras a los cultivadores por RD$5,000.00 y RD$10,000 el quintal, lo que fue definido como “un caramelo envenenado”.
La penuria se extiende a productores y comercializadores de repollo, brócoli y otras hortalizas, que narraron las pérdidas millonarias ocasionadas por la caída del mercado local y turístico debido al coronavirus.
La escasa voluntad del Gobierno para considerar alternativas que eviten que las cosechas se dañen, como al efecto ha ocurrido, y a la vez favorecer a los consumidores, ha llevado a la ruina a este sensible sector productor de alimentos.
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