La sombra de las desapariciones de personas también han ocurrido en América Latina desde hace décadas, muchas de estas forzadas, con graves consecuencias para los familiares y para una sociedad tristemente enraizada con el fenómeno social.
República Dominicana es un ejemplo de esa tenebrosa realidad con casos como el del profesor universitario Narciso González (Narcisazo), secuestrado y desaparecido el 26 de mayo de 1994 (hace 27 años). Días antes de las elecciones del 1994, había publicado una columna de opinión en la revista La Muralla titulada: “10 pruebas que demuestran que Balaguer es lo más perverso que ha surgido en América”.
Este hecho es el único que ha calado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual condenó al Estado dominicano por la ausencia forzada y ordenó el pago de más de 450.000 dólares a LOS familiares.
Por igual, está el caso del abogado y dirigente izquierdista Guido Gil, un conocedor del derecho laboral que fue arrestado en La Romana, el 15 de enero de 1967, por agentes represivos del gobierno de turno debido a supuestas “reuniones de carácter subversivo”. Al día siguiente fue puesto en libertad y el 17 de enero del mismo mes, lo volvieron a apresar en el puente sobre el río Higuamo de San Pedro de Macorís, cuando regresaba a la capital dominicana y desde ese día no volvió a aparecer jamás.
Se hace imposible hacer un recuento exacto de los cientos de miles de esos eventos en toda la región. Como dicen muchos investigadores, “esas huellas se perciben en una sociedad tristemente familiarizada con la ausencia impuesta de forma repentina e inexplicable y con la sensación de que los responsables de las desapariciones quedan impunes”.
La investigadora Ana Lucrecia Molina Theis hace una buena descripción de ese fenómeno en un trabajo bien logrado que lleva por título “Desaparición Forzada de personas en América Latina”. Ella afirma que “cuando los militares latinoamericanos empezaron a utilizar la práctica de la desaparición forzada de personas como un método represivo, creyeron que habían descubierto el crimen perfecto: dentro de su inhumana lógica, no hay víctimas, por ende, no hay victimarios ni delito”.
“La práctica de la desaparición forzada surgió en América Latina en la década del sesenta. Con algunos antecedentes mucho más atrás en el tiempo -como la desaparición de cadáveres en El Salvador en 1932, tras las masacres perpetradas por el régimen de Hernández Martínez-, el método como tal principia a configurarse en Guatemala entre los años 1963 y 19662. Desde el primer momento, las desapariciones forzadas mostraron los signos de lo que a través de los años llegó a constituir el método principal de control político y social en ese país: impunidad y absoluta a transgresión de las leyes más elementales de convivencia humana”, agrega.
Según diversos organismos de derechos humanos, alrededor de 90,000 personas fueron desaparecidas entre 1966 y 1986 en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Haití, El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Esa cifra se ha duplicado con creces en los años posteriores hasta 2021, con Colombia y México liderando la tremenda estadística.
Otros acontecimientos de evaporaciones extrañas en el mundo son los siguientes:
1611 – Henry Hudson, explorador y navegante. En este año buscaba el paso del Noroeste, al timón de la nave Discovery. Hudson desapareció después de un motín de su tripulación durante un viaje por el norte de Canadá.
1769/70 – Henry Vansittart, parlamentario inglés y director de la Compañía de las Indias Orientales, Luke Scrafton y Francis Forde, quienes formaron una delegación para investigar la corrupción y reformar el gobierno británico en India, fueron vistos por última vez embarcados en Ciudad del Cabo en ruta a la India el 27 de diciembre de 1769.
1788 – Aimée du Buc de Rivéry, hija de un rico propietario de plantaciones en la isla francesa de Martinica. Después de ser enviada a una escuela de un convento en Francia, regresaba a casa en julio o agosto de 1788 cuando el barco en el que se encontraba desapareció en el mar. Se cree que la nave fue atacada y tomada por piratas berberiscos.
1812 – Theodosia Burr Alston, hija del vicepresidente de los Estados Unidos, Aaron Burr, navegaba desde Georgetown, Carolina del Sur, a bordo del Patriot, que nunca más se volvió a ver. Aunque desapareció toda la tripulación y los pasajeros, el extravío de Theodosia es de la que aún se habla hoy.
2014 -Pasajeros y tripulación del vuelo 370 de Malaysia Airlines: el 8 de marzo de este año, el vuelo MH370 despegó del aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia, con destino a Pekín, China, llevando a bordo a 239 personas. Una hora después de su despegue el avión desapareció del radar y se perdió todo contacto. Pese a la búsqueda intensiva realizada por múltiples naciones en colaboración, jamás se pudo dilucidar su paradero o encontrar los restos.
2014 – Los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que la la madrugada del 26-27 de septiembre de este año, todos varones de 18 a 26 años de edad, eran transportados en un autobús cuando fueron atacados y secuestrados en el municipio de Iguala, Guerrero, México, por un grupo de pistoleros; supuestamente habrían sido conducidos a un basurero en el municipio de Cocula donde habrían sido asesinados e incinerados.
1908 -Eduardo Newbery, aviador argentino, se esfumó al intentar batir el récord de vuelo nocturno en el globo aerostático Pampero en Buenos Aires, Argentina. Todavía no se ha sabido de él.
1914 – Alejandro Bello, teniente del Ejército de Chile, desapareció durante un vuelo de examen de calificación sobre el centro de Chile. En algún momento durante el vuelo, se perdió en las nubes y nunca más se lo volvió a ver.
1916 – Bela Kiss, asesino en serie húngaro de 24 mujeres jóvenes. Tras el descubrimiento de sus crímenes, fue localizado en un hospital militar serbio, pero escapó unos días antes de que llegaran los investigadores. Aunque hubo varios avistamientos reportados del asesino, su verdadero destino sigue siendo un misterio.
1922 – Alejandro Carrascosa, poeta, escritor y estudiante argentino que desapareció el 22 de septiembre, dejó indicios de que no volverían a verlo, y de hecho no se supo nada de él después.
1924 – Artur de Sacadura Cabral, pionero de la aviación portuguesa, desapareció volando sobre el Canal de la Mancha el 24 de noviembre y se cree que murió debido a que se encontraron partes del avión, aunque él no fue encontrado.
2003 – Mónica Serrano: niña panameña desaparecida el 8 de febrero de ese año. Se encontraba de en el patio de su casa, ubicada en el poblado de Loma Bonita, corregimiento de Vista Alegre, distrito de Arraiján, desplazándose hacia el hogar de una tía. Se le perdió el rastro en torno a las 6:00 de la tarde, iniciándose una búsqueda policial que no consiguió recabar pistas sobre su paradero.
2007 – Yéremi Vargas: niño español de 7 años de edad, desapareció el 10 de marzo de este año., mientras jugaba junto con algunos de sus primos en un solar de la casa de su abuela en la ciudad de Vecindario, Gran Canaria, España. Según algunos testigos, un automóvil color blanco habría sido visto huyendo del lugar.
2010 – Kyron Horman: niño estadounidense de 7 años de edad que desapareció en Portland, Oregón, después de ser llevado a la escuela por su madrastra, Terri Mourton Horman, quien fue la última persona en verlo.
2012 – Francisco Albavera Trejo: joven mexicano de 22 años, quien estudiaba el séptimo semestre de la ingeniería de sistemas, desapareció el 26 de marzo de este año en tornó a las 5-6:00 hrs., después de ingresar a la estación de metro Pantitlán, en Ciudad de México. Las cámaras de seguridad lo captaron ingresando al tren pero ninguna cámara en ninguna otra estación lo vio bajar. Albavera no tenía enemigos conocidos, no tenía problemas con su padres y de hecho tenía una vida social muy limitada.
El mismo día de la desaparición un amigo de la universidad, recibió un mensaje desde el teléfono móvil de Francisco que decía: “A tu amigo Paquito lo tenemos guardadito. Llamaremos más tarde para que empiecen a cooperar”, posterior a ese mensaje no hubo más comunicación. Hasta la fecha su paradero es desconocido, no hay explicación de como podría haber salido o haber sido sacado del sistema de tren metro sin haber sido visto.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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