Roberto Valenzuela
¿Sabías que Haití y República Dominicana vivieron procesos aduaneros similares en el pasado? Retrocedamos en el tiempo, a 1941, un año de gran relevancia en la historia económica de ambas naciones. Estados Unidos se había apoderado de las aduanas haitianas y dominicanas para cobrarse viejas deudas.
En 1935, Haití se convirtió en un ejemplo de independencia financiera al adquirir la totalidad de las acciones de la sucursal del First National City Bank y crear el Banque Nationale de Haití.
Pero aquí viene la parte interesante: para liberar el control aduanero, negociaron con Estados Unidos. A cambio, un representante de los tenedores de bonos de la deuda externa se ubicaría en el Banque Nationale, encargado de recibir todos los ingresos fiscales del gobierno.
Este representante aseguraba que se destinara lo necesario para el pago de la deuda, y el remanente se entregaba al Estado haitiano. ¡Un paso audaz hacia la independencia financiera!.
¿Y qué pasó en República Dominicana? En ese mismo período, el gobierno dominicano buscó una solución similar. Las negociaciones comenzaron en 1938 y se concretaron en 1941. Así nació un sistema de «Receptoría» que separaba los fondos para el repago de la deuda, similar al de Haití. Para administrar sus propios recursos, la dictadura trujillista recuperó las aduanas y ese mismo año fundó el estatal Banco de Reservas de La República Dominicana, logrando la independencia financiera del país.
«La independencia económica de República Dominicana es obra del insigne repúblico (estadista), generalísimo doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, benefactor de la Patria. 1ro de abril de 1941». Así proclama una tarja de bronce que se elaboró para la época y ahora, como testimonio histórico, está ubicada en el pasillo del tercer nivel del edificio que aloja la sede central de la Dirección General de Aduanas (DGA). La sede de Adunas está ubicada en la avenida Abraham Lincoln, casi esquina John F. Kennedy en la capital dominicana.
Dice el historiador y economista Bernardo Vega que curiosamente, mientras el presidente haitiano Stenio Vincent pasó desapercibido por sus logros financieros en 1935, en la República Dominicana, el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina fue aclamado como el restaurador de la independencia financiera. La historia tiene sus misterios y paradojas.
Este viaje en el tiempo nos muestra cómo dos naciones compartieron experiencias en busca de la independencia financiera, aunque sus resultados y reconocimientos fueran distintos. Una lección de historia que nos invita a reflexionar sobre el pasado y el presente de nuestras naciones. Fuentes: AGN, Boletín Aduanas en el Tiempo, periódico Hoy, Imágenes de Nuestra Historia.
rovertbalenzuela@gmail.com
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