Redacción (Telesur).- Fue en las poblaciones rurales, en los campos donde durante muchos años las creencias populares se hicieron el pan nuestro de cada día.
No sólo en Venezuela. Latinoamérica y el Caribe están llenos de espantos y aparecidos, de ánimas que pelean, de personas que ayudan en las carreteras y luego desaparecen, de seres que pudieron ser reales o son solamente construcciones imaginarias. Es que los pueblos construyen sus símbolos y se narran a sí mismos.
En las poblaciones urbanas los medios de comunicación e ‘información’ construyen muchas de las imágenes que reflejan las ciudades, pero las ciudades también tienen sus formas de construcción de imaginarios y, claro, sus formas de narración, (incluyendo las pintas y grafitis).
La música popular no escapa a esas formas narrativas (rurales o urbanas) y va adquiriendo significados según el contexto en el que desarrollan las cotidianidades, la posición y el espacio social.
Dos construcciones narrativas plasmadas en la música popular llaman la atención: la exaltación de la pobreza, y la violencia contra la mujer.
La pobreza
Cada vez que expresamos algo verbalmente, la energía de la palabra se mueve y puede transformarse en boomerang. Por este mismo motivo es importante la responsabilidad por lo que se dice, y en estos tiempos hasta por lo que se canta.
Son muchos los temas que celebran la falta de oportunidades y que se cantan sin noción del discurso que se pone en movimiento.
He acá algunos ejemplos:
“Todo fue un juego/ No más en la apuesta yo puse/ y perdí.
Fue un juego/ y yo perdí/ esa es mi suerte”
Amor perdido. (Autor: Pedro Flóres) Intérprete: María Luisa Landín
“Se me perdió la cartera /ya no tengo más dinero/ ya no tengo más dinero/ se me perdió la cartera”
La cartera. (Autor: Arsenio Rodríguez) Intérprete: Larry Harlow con Junior Gonzalez. La orquesta Aragón también tiene una versión.
“Qué he hecho yo/ pa’ tener tan mala suerte/ qué he hecho yo pa’ sufrir tanto dolor/ Triste dolor de vivir siempre angustiado/ de vivir siempre frustrado/ buscando algún remedio a mi pobre situación”.
Mala Suerte. (Autor: Augusto Coén) El original está a cargo de Bobby Capó.
También se traslada la sensación de pérdida al campo afectivo, al campo amoroso y acá la lista pica y se extiende: Pobre del pobre, Inocente pobre amigo, Caray, Amigo de qué, y un largo etcétera.
La pobreza ha sido uno de los temas más cantados en la música popular bien sea expresando la precariedad económica, la exclusión social o la discriminación cultural.
Se trata de una temática a la que hay que contextualizar para analizarla desde la sociedad y el tiempo que la ha producido.
Amor de pobre. Miltinho
La Violencia
En el bolero, la canción ranchera, el tango, el joropo, el vallenato, la bomba y la plena, el merengue, el son montuno existe un amplio repertorio de vejámenes a la condición femenina.
Tiene que ver precisamente con el tiempo histórico en el que se desenvolvieron los autores de tales letras para los que la música tenía, repetimos, el significado de su cotidianidad.
¿Y cuál fue esa cotidianidad histórica? No se pueden obviar ni la influencia de España con su carga de machismo y de violencia, ni a la iglesia Católica ocupada históricamente de presentar el modelo de las vírgenes y de recordar a las mujeres la obediencia al hombre, y la docilidad.
Además de ello hay que volver a resaltar el papel de los medios de difusión y de comunicación en la multiplicación de los mensajes que finalmente consiguen eco… y se materializan dramáticamente.
Ahora saltan a la palestra temas que el público cantó y bailó sin darse cuenta de su contenido. En la actualidad, gracias al mayor alcance de la conciencia social tanto individual como colectiva las grandes audiencias se dan cuenta de lo peyorativo y ofensivo de algunas letras.
En este caso tomaremos dos ejemplos emblemáticos extraídos de la salsa, y una balada venezolana que fue llevada a la salsa.
Son temas compuestos y grabados, y además muy difundidos (ayer y todavía hoy) que han influenciado lamentablemente a muchas personas que terminan ejerciendo violencia (física, psicológica, financiera) sobre el género femenino, y hasta ven este accionar como normal.
Las Mujeres Son
Tema de la salsa compuesto e interpretado por el llamado ‘Niño Bonito’ de las Estrellas de Fania, Ismael Miranda, cuando contaba con 22 años de edad, para el álbum “Oportunidad” con la orquesta de Larry Harlow, en 1972. Sello Fania.
“Oye mujer/ tú naciste para servirle al hombre/ en todo lo que quiera/ naciste pa’ laborar/ tu dinero debes darlo/ sin ninguna discusión.
Y si por casualidad/ lo cojes nadado en llano/ él te dará un dinerito
para que compres un traje/ a segunda mano.
Tienes que lavar las medias/ toda la ropa interior
y tienes que cocinarle./ Luego salir a lavarle/ el carro del año/ que hace poco compró”.
Y el coro: “Las mujeres son, son, son/ Ay mira son traicioneras pero son”…
Cuando Ismael Miranda entona ‘Oye mujer, tú naciste para servirle al hombre’ está haciendo uso de la perspectiva de dominación inculcada por las religiones y las sociedades patriarcales.
Miranda llama así a la mujer a asumir la norma para la que fue ‘educada’ desde que nació: imitar a las anteriores mujeres de su familia (bisabuela, abuela, madre) en la mansedumbre ante el hombre y en la alegría de la servidumbre doméstica, además del chantaje emocional que supone algo como: “Y si por casualidad/ lo cojes nadado en llano/ él te dará un dinerito para que compres un traje/ a segunda mano”.
Todo un cuadro machista e insultante que además culmina cuando señala que las mujeres son traicioneras, pero son, son, son.
Si te Cojo
Tema compuesto inexplicablemente por Bobby Capó e interpretado por Ismael Rivera con ‘Los Cachimbos’, la agrupación conformada por el propio Maelo. Está incluído en el álbum ‘De todas maneras Rosas’ de 1977. Sello Tico.
“Mira mami, si te cojo coqueteando, verás/ mira ponte a lavar, yo quiero mi ropa limpia/ mi pantalón, restriégalo, restriégalo, restriégalo/ denme una papa, si, deja ver/ luego ponte a fregar, mira yo no como cuento, ummm.
Si te cojo coqueteándole a otro/ ya verás que trompá’ te voy a pegar/ si te cojo guiñándole a otro/ un piñazo en un ojo te voy a dar.
Yo me paso sudando por ti/ pa’ que tu coquetees por ahí/ si yo llego y no te encuentro aquí/ pau, pau, pau, te voy a dar.
Mira negra, y ponte a fregar/ coje el trapo y ponte a limpiar/ si yo llego y mi papa no está/ pau, pau, pau, te voy a dar.
Después no digas que yo soy malo, oíste/ tú sabes que yo te llevo chévere/
pero si no te pones al día/ con todito y lo buena que estás/ ya verás, que trompá’ te voy a pegar/ si yo llego y mi papa no está/ un piñazo en un ojo te voy a dar”.
Machismo y patriarcado. Es recurrente la fórmula que ha utilizado también a la salsa para imponerse y penetrar la cultura musical del Caribe y de Latinoamérica. Asombra además que sea Bobby Capó el autor e Ismael Rivera su intérprete. El colmo de la humillación está en: “con todito y lo buena que estás/ ya verás, que trompá’ te voy a pegar”. ¿Hembra vs Mujer?
Cierto es que Capó compuso temas para Rivera como Las Tumbas, El Incomprendido, Sale el sol, y Si yo pudiera, entre otros. Pero ¿Si te cojo? ¿un tema donde se muestra la relación entre una composición agresiva y el posterior comportamiento violento de alguien susceptible a ella?
Ladrón de tu amor
Tema compuesto por Luis Guillermo González con música de Enrique Hidalgo para ser interpretado por Gualberto Ibarreto en el álbum ‘Gualberto Ibarreto’ como banda sonora de la telenovela “Leonela” en 1984. Sello Sonográfica.
Posteriormente tuvo dos versiones en salsa: la de Louie Ramírez y Ray de la Paz, y la de la orquesta La Solución, ambas de 1985.
“Aquella noche un vagabundo cambió tu risa en amargura/ y sin permiso entró en tu mundo para robarte la ternura/ Y desde entonces me condenó a que no vuelvas a ser mía/ a estar perdida entre mis sueños/ a que me niegues cada día/
Soy el ladrón de tu amor, tu mal recuerdo/ soy el nombre que no quieres mencionar/ y al saber de tu desprecio siento miedo que nunca, nunca me puedas perdonar/
Soy el ladrón de tu amor y estoy confeso/ yo sé bien que no estarás cuando me vaya/ y aunque te duela más apréndete esto/ que quien te hace llorar es quien te ama/ que quien te hace llorar es quien te ama”.
El absurdo comenzó con la obra escrita por Delia Fiallo, una mujer, y continuó con el tema de Luís Guillermo González para la voz de Gualberto Ibarreto.
La novela, si es que se puede llamar así, pone sobre el tapete como un hecho hasta normal la violación de una joven, efectuada por venganza, y el dolor del violador porque la víctima no lo acepta durante casi toda la trama, trama violenta y permisiva que paradójicamente logró gran aceptación nacional e internacional en tiempos oscuros para la igualdad de género.
Si la telenovela fue una apología de la violencia ejercida contra la mujer, el tema musical no se quedó atrás, por violatorio y denigrante: “Apréndete ésto/ que quien te hace llorar es quien te ama”. La frase de Luís Guillermo González se coloca acá sin comentarios.
Al año siguiente de ser puesta en pantalla televisiva dos orquestas de salsa hicieron sus versiones para popularizar aún más y hasta bailar la desgracia.
Los músicos agregaron más aberración al tema. Por ejemplo el vocalista de la orquesta ‘La Solución’ en su soneo dice: “confieso que hice mal (al)robarte un beso/ pero existe otra realidad, y tú lo sabes/ tú también gozaste de eso”.
En la versión efectuada por Louie Ramírez, el vocalista Ray de la Paz canta: “Yo te quiero tanto vida mía/ mi corazón a ti te llama/ pero que mira yo espero/ que me puedas perdonar por robarme tu ternura”.
La violencia de género fue transformada en moda y banalizada para el consumo. Detrás de autores, orquestas y vocalistas está un entramado social, la historia de pueblos, de sociedades, de clases.
Estos temas (y son muchos más) muestran la urgencia de desaprender roles de violencia y de sometimiento aprendidos, que precisamente por aprendidos, se pueden transformar positivamente desde la Perspectiva de Género. Tarea urgente.
https://www.telesurtv.net/telesuragenda/pobreza-machismo-pentagrama-caribe-20211117-0028.html
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