Por Néstor Aguilera
Quito (VOA).- El Cuerpo de Bomberos de Quito, en Ecuador, tiene ahora una misión diferente. Esta vez no se trata de desinfectar calles y avenidas, apagar un fuego o rescatar una persona, sino de aliviar el encierro y la soledad en la capital de Ecuador, que vive su quinta semana de aislamiento social a causa de la epidemia del coronavirus.
Por iniciativa del comandante de la institución, Esteban Cárdenas, y basados en experiencias similares alrededor del mundo, quienes integran la banda improvisaron un plan para dar serenatas desde lo alto de una escalera de un camión, a 20 metros de altura.
La Voz de América dialogó con Fernando Quimbita, quien forma parte del Cuerpo de Bomberos de Quito desde hace seis años.
Curiosamente, vive en una ciudad distinta, localizada a unos 100 kilómetros de distancia de la capital. Contó, a través de una videoconferencia, que aprendió a tocar la trompeta a los 15 años y que se siente orgulloso de la misión que ha cumplido.
La música que interpretó Fernando no solo se ha transformado en un elixir para quienes tuvieron la oportunidad de verlo desde sus casas o apartamentos.
Es un mensaje de respaldo y reconocimiento a Guayaquil, la ciudad ecuatoriana que se transformó hace poco más de dos semanas en epicentro de la enfermedad en el país, debido a que concentra –junto con otras poblaciones de la provincia del Guayas, alrededor del 70% de los casos.
Las publicaciones del Cuerpo de Bomberos, con los videos de Quimbita tocando la trompeta desde lo alto de la escalera, han sido ampliamente comentadas y compartidas en las redes sociales, demostrando que la misión de los uniformados puede ir mucho más allá de sus funciones regulares.
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