A Pleno Sol
En los momentos de mayores enfrentamientos en torno a la reelección del presidente Danilo Medina, se pronunció el secretario de Estado Norteamericano Mike Pompeo. Es un procónsul con todo el poder imperial, que ha puesto de rodillas a gobiernos de medio mundo y son constantes sus enfrentamientos con China y Rusia.
Era una hecho que el día que se recibió en Palacio la llamada de Pompeo, se iba a buscar colar a la reelección presidencial. Nunca se han ofrecido detalles amplios de la llamada, pero los norteamericanos hablan por señas y expresiones que no dejan dudas de lo que desean y quieren.
Pompeo viene a la juramentación de Luis Abinader y habrá que ver con mucho detenimiento sus declaraciones sobre las relaciones de los Estados Unidos con el nuevo gobierno dominicano. Los norteamericanos tienen dos libretos, uno para la prensa y otro de Estado.
Una frase histórica se viste de gala con los norteamericanos: a veces lo más importante es lo que no se ve, es lo que no se dice, lo que queda en el tintero. De frente a Pompeo puede salir en claro cuál va a ser el designio de los Estados Unidos para el país en los próximos cuatro años.
No se puede tapar el sol con un dedo. Los norteamericanos son amos y señores en los países sub-desarrollados y los que le hacen oposición son sacados del poder, o se les lleva a crisis económicas profundas, donde cada día se piensa que se van a desplomar como un castillo levantado en la arena.
La vieja cartilla política norteamericana señala que no tienen amigos ni enemigos, sino aliados circunstanciales. Los gobiernos dominicanos son aliados tácticos en una región convulsa como es el Caribe. Cierto que en la zona hay pasividad impuesta a la fuerza, pero se mantienen vivos los detonantes sociales.
El caso más patético es Venezuela, que enfrenta las acciones directas de los norteamericanos que desean imponer un gobierno paralelo, derrocar a Maduro y hacer cambios profundos en las fuerzas armadas bolivarianas.
Pompeo dispuso medidas en contra de la reelección, ahora habría que ver que trae en este vuelo. Los Estados Unidos están en medio de un proceso electoral, donde Donald Trump no es el gran favorito, pero en ocasiones las encuestas se equivocan, como pasó con su triunfo ante Hillary Clinton.
Lo único que queda a los dominicanos es valorizar nuestra soberanía y mantener bien en alto nuestra bandera, sin ser esclavos de ninguna potencia. Nuestras ancestrales luchas indican que a pesar de todo, somos un pueblo indomable. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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