Mi observatorio
La sanción ejemplarizante a la corrupción administrativa debe ser parte del adecentamiento político con que el presidente Luis Abinader deberá hacer frente a ese flagelo social durante los próximos cuatro años de gobierno y devolver así la confianza perdida del pueblo en nuestro sistema de justicia.
Hay que darle donde le duela a los corruptos aislándolos socialmente para que todo aquel funcionario o ex funcionario de la administración pública que en el futuro sea tentado a robarse los recursos del Estado lo piensen muy bien antes de embarcarse en una aventura de esa naturaleza.
Todo aquel funcionario o ex funcionario del gobierno que sea acusado y sancionado por la justicia por cometer acciones dolosas en el ejercicio de sus funciones debe ser privado de por vida de ejercer alguna función pública por su vergonzoso proceder.
No se puede estar con paño tibio con aquellos que con su accionar doloso han privado al pueblo de vivir en mejores condiciones de vida porque se han robado miles de millones de pesos provenientes del erario público enajenando al pueblo de una vida mejor..
El que le ha robado al Estado debe ser castigado drásticamente por la justicia llevándolos a la cárcel y privándolo de los dineros y bienes acumulados durante su vergonzoso accionar en el desempeño de las funciones puestas bajo su responsabilidad.
Debemos luchar, todos, por adecentar a este país combatiendo sin tregua el flagelo del robo al erario ya que vergonzosamente a la República Dominicana se le tiene entre los países con mayores niveles de corrupción en Latinoamérica y el mundo.
De acuerdo al índice de Percepción de la Corrupción que se lleva a cabo a partir de 13 evaluaciones de expertos y la realización de encuestas a empresarios en 180 países, a los que puntúa en una escala de 0 a 100, donde 0 significa la mayor corrupción y opacidad y 100 correspondería a la mayor transparencia y honestidad en la administración pública.
República Dominicana permanece entre los países con más altos niveles de corrupción del mundo con una puntuación de 28 sobre 100 y ocupando el lugar 137 de 180 países analizados, lo que es una vergüenza para todos los nacidos en esta media isla.
ld.santamaria52@gmail.com
(El autor es periodista residente en Monte Plata).
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