Por Ana A. Marchena Segura
A principios de enero de 2021 fui contactada por VOCES.Org y María Judith Oquendo de Mujeres Líderes de Puerto Rico para que fuera parte de las campañas masivas de vacunación contra el COVID-19 que se realizarían en Puerto Rico por esta entidad y me ofrecieron una determinada e importante cantidad de vacunas para la comunidad inmigrante. Desde ese momento me ocupé en desarrollar con este equipo la logística para llevar a cabo tan importante y compleja actividad.
Lo primero fue establecer reuniones con el Cuerpo Consular y su decano el honorable Ariel Alonso, con el Consulado Dominicano, el Gobierno Municipal y el Departamento de Salud para identificar el lugar adecuado que cumpliera con los requisitos establecidos por este último para realizar este tipo de evento salubrista.
La fecha de la vacunación se fijó finalmente para el 26 de febrero pues la fecha anterior, 19/02, tuvo que posponerse debido a que las tormentas invernales en Estados Unidos, impidieron que las vacunas pudieran llegar a tiempo.
La complejidad de una campaña de vacunación radica en que hay que coordinar lugar, médicos, enfermeros, paramédicos, ambulancias, escolta de las vacunas, cuerpo de voluntarios, asignar tareas, coordinador del proyecto, desayuno, almuerzo, meriendas de todo el personal.
Previo a estas tareas, se realizan los censos comunitarios para identificar la población mayor de 65 años o más a quienes estaban destinadas estas vacunas.
Una vez establecido el censo, el lugar, fecha y coordinación general, los voluntarios deben llamar para las citas por hora y asegurarse que los citados cumplen con los requisitos de edad, reciben la información adecuada y, además, coordinar la vacunación de los encamados registrados para el día.
El día 26 de febrero a las 6:00 am empezaron las labores en Casa Dominicana, lugar escogido para la vacunación.
La clínica se montó completa para empezar a dar servicios a las 9:00. A esa hora se recibieron los primeros citados.
La clínica estuvo abierta hasta las 4:30. Recibimos personas en su mayoría de Villa palmeras, Barrio Obrero, Caño Martín Peña y Río Piedras y zonas aledañas.
Todo transcurrió en orden y sin incidentes. La mayoría de las personas acudió a su cita a recibir la primera inmunización contra el terrible Covid-19.
Fue una clínica exitosa en todos los sentidos, sobre todo, en términos del impacto psicológico que provocó en esta población mayor, conscientes de lo que implica sentirse protegidos ante esta pandemia.
Agradecida de VOCES.Org, María Judith Oquendo y Mujeres Líderes de Puerto Rico, el INDEX que aportó personal de apoyo, el municipio de San Juan aportó paramédicos, ambulancia, escolta, la brigada de Impacto, transportación de encamados; los voluntarios de la comunidad, la brigada Marchena, el Club Rotario y empleados de Casa Dominicana que dieron el mil por ciento en entrega, tiempo, disposición y trabajo.
Los patrocinadores del desayuno, almuerzo, meriendas y agua, la brigada voluntaria de limpieza, los ujieres, el área médica cubierta por el doctor Carlos Pérez y la doctora Andrea Marchena; los observadores del área de recuperación, personal de área de registro, a todos, nuestras infinitas gracias.
Me siento muy satisfecha, incluso feliz, por el resultado obtenido, y sobre todo, por llevar esperanzas de vida y salud a nuestros hermanos inmigrantes.
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