La avenida Ecológica, construida en el municipio Santo Domingo Este e inaugurada por la anterior administración gubernamental, representa un peligro para los conductores y peatones, lo que amerita ser intervenida para prevenir tragedias.
Con la avenida también fue construido un puente que empalma con la vía que da acceso al sector Jerusalén, próximo al Hipódromo V Centenario, así como el distribuidor de la autopista Charles de Gaulle y la ampliación de la autopista de San Isidro.
La obra fue inaugurada de manera apresurada el 11 de agosto del 2020, antes del cambio de gobierno. Se trata de una infraestructura de gran impacto para el tránsito vehicular en ese municipio debido a que hace más rápida la travesía a las personas que se desplazan al Distrito Nacional y viceversa.
Sin embargo, los constructores han dejado un problema que urge que se busque una solución para impedir muertes innecesarias por accidentes de tránsito de los tantos que se reportan.
Resulta que los ingenieros colocaron a lo largo de la vía, desde la avenida Hípica o Hipódromo hasta la Charles de Gaulle, un muro de división de un material muy frágil parecido a hojalatas, clavados en unos pequeños barrotes para impedir el cruce de los automovilistas a los sectores residenciales del entorno.
O sea, no dejaron espacio para las entradas a los barrios colaterales. La gente no tiene por dónde accesar a sus hogares y optaron por destruir las verjas, incluso las que cubren el espacio de los retornos. Ahora los conductores hacen atajos imprudentes cruzando a ambos lados, en vías contrarias, poniendo en riesgo muchas vidas.
Es frecuente verlos en el desplazamiento en dirección Oeste-Este atravesar la avenida para tomar un atajo hacia las calles que conducen a Prado Oriental y otros sitios. Igual sucede con los que circulan de Este-Oeste.
De hecho, ya han ocurrido numerosos accidentes, pues se ha convertido en una peligrosa práctica temeraria atravesar la autovía de extremo a extremo, desafiando a aquellos que pasan a alta velocidad..
La opción del diseño levantado por los ingenieros de la anterior gestión gubernamental era que los transportistas usaran las llamadas rutas de retornos para penetrar a los residenciales, pero esas estructuras de hojalatas fueron destruidas por la gente para utilizar la menor distancia. ¿Cuestión de haraganería o falta de sentido común?
No sé qué van a hacer para corregir ese asunto. Lo cierto es que viajar por la avenida Ecológica representa un peligro para los que por allí transitan.
Otra eventualidad que los ingenieros deben solucionar (una eventualidad que se registra en numerosas calles y autovías dominicanas) es la precariedad del sistema de desagüe porque cuando llueve se inunda la avenida en varias partes, fenómeno que ocasiona entaponamientos y pérdida de tiempo para los automovilistas.
Se precisa de un funcional drenaje pluvial de tuberías, colectores e instalaciones complementarias que corrijan las inundaciones. Eso se lo deben exigir a las compañías encargadas de construir esas importantes infraestructuras. Apliquemos el régimen de consecuencias para que esas anomalías cesen para siempre. ¿Es tan difícil obligarlas?
La avenida Ecológica debe ser intervenida por el Ministerio de Obras Públicas. Construyan un muro de concreto similar al de la avenida Las Américas que permita las entradas, con semáforos, a los vehículos hacia los residenciales y también instalen cruces-elevados para los peatones. Es lo más que se puede lograr, según las consideraciones de los ingenieros urbanistas.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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