Por Mónica Zapata
Con su amable sonrisa, fruto de la satisfacción que producen los logros y metas alcanzadas, el Presidente Abinader publicó en Twitter, un posteo donde expresa la disminución de los feminicidios en un 54%.
Esta reducción debe acreditarse a quienes han trabajado para que se pueda materializar éste supuesto «logro» que publica Luis Rodolfo Abinader Corona, me refiero a las mujeres, instituciones y movimientos, que no han cedido un paso en la denuncia constante y el reclamo persistente para que este flagelo, no simplemente se reduzca en un 54 o un 98 por ciento, sino que desaparezca definitivamente.
Por lo tanto, entiendo que ese placebo de reducción no es más que una actitud conformista del Presidente, es como «colar el mosquito y engullir el camello», parece ser que Luis está buscando resultados puntuales para sus últimos 6 meses al frente del Estado, porque solo una persona con ese deseo de «logros», puede presentar como un avance, la disminución de la muerte de mujeres por hombres, mientras el reclamo constante que campea por todas los barrios, municipios, pueblos y provincias es: «NI UNA MÁS «.
Así que, señor Presidente, póngase a correr tras metas realistas y alcanzables, para que su gestión sea recordada, aunque lamento decirle que eso no será posible, porque rodeado de corruptos, con los cuales está comprometido hasta los huesos, solo le queda promoverse como el «presidente bueno, rodeado de funcionarios malos» como publicó hace poco Narciso Isa Conde.
Usted al igual que sus antecesores, cree que lo que hace falta es un presidente serio, cuando la realidad es que lo que necesitamos es un Estado serio, porque nuestro problema no es de personas, sino de sistema corrompido, que como han demostrado ustedes, que son nuevos en el poder, es una organización de ladrones y delincuentes impunes.
Así que me despido de usted señor Luis Rodolfo Abinader Corona, esperando su publicación de 0% de mujeres asesinadas por hombres, la desaparición total de la frases: «la mujer mía» «la que dice que soy padre de sus hijos» y acabar con la eliminación del apellido paterno cuando se realiza el matrimonio entre un hombre y una mujer, de hecho, mi mayor aspiración es que desaparezcan de una vez por todas, los calificativos: niño-niña, hembra-varón, mujer-hombre y todo concepto que establezca diferencias entre nosotros, para que podamos empezar de una vez por todas, a ser personas y seres humanos sin diferencia por sexo o género.
(La autora es activista comunitaria residente en Nueva York).
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