Por Dominga Valdez
Hay personas felices y ni lo perciben, por andar pendientes a los que otros están haciendo.
Infelices viven siempre, arrastrando pendejadas, disparates, traumas, creando conflictos por cosillas sencillas, complicándose la existencia, recordando pasados irrelevantes que deben ser sepultados.
Viven recordando a personas que les hicieron daño o les ofendieron hace 50 años ya y enojándose con sus seres queridos y las comunidades donde cohabitan.
Tome y deje, donde usted no encaja, olvídese de ese tema, siga caminando que siempre se abren puertas nuevas y mejores.
Quiérete y después quiera a otros, haga las cosas que les llenen, les agraden y disfrutas.
Valora lo que tienes ahora, salud, familia incondicional, empleo, techo, alimentos, deje la quejadera y sea más proactivo.
Estén atentos a sus bendiciones, a veces llegan y ustedes pendientes al futuro impredecible y se les pasan las oportunidades.
Porque uno debe siempre atender sus planes y enfocarse en ellos sin distraerse a escuchar perros ladrándonos, son ladridos irrelevantes.
Dejo correr el agua que no he de beber, porque cada quien es responsable de sus acciones.
Vivo simple porque es más liviano, cargo las mochilas que me pertenecen, las ajenas se las entrego a sus dueños, ellos que asuman ese peso.
Todos tenemos tanto que aprender aún sobre el tema de la FELICIDAD.
El simple hecho de amanecer vivos y en salud, es un motivo para estar feliz y dar gracias a Dios, por otro día donde puedes leer esto que escribí.
No todo el tiempo serás feliz, hay tropiezos en el camino, conviértelos en herramientas para ser más sabios y resilientes ante las adversidades que nos presenta la vida.
Es frágil la existencia, vive, la vida es ahora, haz el bien, sonríe, baja al río y báñate, disfruta de un junte familiar, abraza a quienes amen y ríete con ellos de las anécdotas de la infancia, sé solidario, lee siempre, estudia, tolera, perdona y ama, es muy saludable.
Porque la vida no tiene reciclaje, lo urgente es vivir ahora, vivir en paz y preservar nuestra salud física y mental.
(La autora es periodista residente en San Juan, Puerto Rico).
Comentarios sobre post