A Pleno Sol
El reflujo de las masas silentes no puede ser alterado por los estertores de un grupo político. Un paso importante para la recomposición en el corazón de los partidos, no mueve adhesiones de los que ven las votaciones como un deber cívico que se da cada cuatro años. El voto que castiga o premia.
El clientelismo no es suficiente para mover los sentimientos de los que todavía se encuentran en el letargo. Los silenciosos son la mayoría, y sin ellos nadie puede ganar unas elecciones presidenciales. Son los mudos, los que no hablan, no opinan, ni dejan exteriorizar sus opiniones.
Sin embargo, a golpe de una boleta electrónica, o el rayado en un papel, dan fuerza viva a sus sentimientos y reeligen a un gobierno o colocan en el Palacio a un nuevo mandatario. Al filo de las elecciones presidenciales del 2024 será que los mudos se quitarán la mordaza y dirán presente.
La pasada convención, fuera del tiempo legal electoral, del Partido de la Liberación Dominicana entraña una abierta lucha entre los viejos robles y las fuerzas emergentes. A todas luces es una derrota política para Danilo Medina, jefe absoluto del PLD, y coloca al candidato presidencial Abel Martínez con la cabeza entre la guillotina y el gorro de pelea.
Abel tiene que determinar rápidamente si se pliega al programa trazado por Danilo, o por el contrario desde ahora asume un rol independiente. Tiene para hacerlo llevando bajo el brazo el poder conseguido en la consulta popular, ahora, hay que ver si tiene el valor y los pantalones de buscar su propio camino.
Tiene que comprender que asume una candidatura presidencial que no es de las simpatías del jefe-cacique político, y que su única tabla de sobrevivencia es tener facilidades de concertación, de ser unitario, de olvidar heridas del pasado y de capitanear hacia aguas mansas a una nave que está naufragando.
Hay tres grandes partidos políticos que van a disputar en las venideras elecciones, buscando conseguir la presidencia de la República. Donde no hay ideología, cualquier alianza es posible. Un político tiene que escoger a sus contradictores y a sus amigos. Sin fuertes alianzas nadie llega a la presidencias de la república.
Hoy solo comienza la planificación, el buscar los pequeños detalles que permiten desarrollar los hechos. Las alianzas de mañana, se comienzan a cultivar hoy. El fracaso se inicia con una declaración pública destemplada. El camino está lleno de entuertos, se pisa tierra movediza y aguas calientes.
Cada paso de un político le consigue un amigo y un enemigo. Sin prisas y sin pausas, que el reflujo está en medio de una fuerte neblina. La mayoría inerme todavía está silenciosa. Espera su turno, para dar favores y cobrar afrentas. Ojo al frente, el primer paso para el futuro, para el triunfo o para el fracaso, se da hoy. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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