Santo Domingo (República Dominicana).- Miles personas y representantes de más de un centenar de organizaciones sociales marcharon este domingo desde el Parque Independencia hasta el Palacio Nacional, para expresar su rechazo a la construcción de una presa de cola en la comunidad de Cuance, Peralvillo, Yamasá, y contra la expansión minera Barrick Gold en la zona de Monte Plata.
En la manifestación, convocadas por la Coordinadora Popular Nacional, aseveraron que «más del 90% de la población de Monte Plata y el Gran Santo Domingo se opone de manera resuelta a la muerte y destrucción de la vida que representa este proyecto» y «rechazamos la necesidad de un estudio de impacto ambiental.
«Eso es solo una maniobra para esconder lo que ya dice la comunidad y los mismos expertos. Depositar aguas residuales cargadas de cianuro y metales solubles en la cabecera de los ríos Ozama e Isabela es un atentado mortal contra la población de Monte Plata y del Gran Santo Domingo. Ese proyecto es inaceptable, peligroso e ilegal», señalaron las organizaciones en el manifiesto leído por Sugelys Manzueta, presidenta de la ADP en Yamasá, a nombre de todas las organizaciones convocantes.
Organizaciones sociales, campesinas, juveniles, ambientales, gremiales, de mujeres, de inmigrantes dieron un mensaje contundente: «en Monte Plata no habrá ni expansión minera ni presa de cola» y exigieron que el gobierno se comprometa a cerrarle el paso a la Barrick Gold.
Aseguraron que comunidades en el Bahoruco Oriental y la Región Enriquillo, Bonao, La Vega, San Pedro de Macorís, Punta Catalina y Baní, Villa Altagracia, San José de Las Matas, San Juan, la Línea Noroeste y otras más, están diciendo «NO a la entrega del país a las mineras y los megaproyectos de muerte del carbón y los fósiles», mientras las poblaciones afectadas por la contaminación de la Barrick Gold en Cotuí demandan reubicación e indemnización.
De su lado, Luis Carvajal, a nombre de las organizaciones ambientales, planteó al inicio de la marcha que una de las exigencias es «impunidad cero frente a los delitos ambientales», así como la «recuperación del patrimonio natural robado y la restauración de los ambientes culposamente deteriorados».
La manifestación incluyó reivindicaciones nacionales de diversos sectores: salud y seguridad social digna, diciendo No más AFP ni ARS; vida y la salud de las niñas y mujeres, demandando las tres causales; contra la Belfond, en el Bahoruco Oriental; por el derecho al agua y la tierra de los campesinos y la cooperativización del Ingenio Barahona; no más corrupción e impunidad; que se rebaje el costo de la vida y los combustibles; pensiones para los cañeros y pago de deudas a pequeños transportistas; NO al muro fronterizo; NO a la discriminación racial; no más xenofobia ni homofobia.
Las organizaciones aseguraron que seguirán en pie de lucha por su derecho a vivir en paz y con dignidad y adelantaron que «la calle será nuestro escenario. El agua es un tesoro que vale más que el oro».
La Coordinadora Popular Nacional sostiene que el presente y el futuro de la República Dominicana están seriamente comprometidos como resultado de las políticas que han impulsado de manera continua y persistente todos y cada uno de los gobiernos que las han aplicado y de la «voracidad de los poderes fácticos que se han nutrido y se nutren bajo un modelo que degrada y enajena el patrimonio natural, empobrece a las comunidades y amenaza la supervivencia de la nación dominicana».
Destacó que este domingo marcharon al Palacio Nacional para exigir y expresar su firme y definitiva oposición a la política minera que «ha concesionado la casi totalidad de las cuencas productoras de agua y que ignora nuestra condición de isla, las fragilidades del territorio y, sobre todo, las necesidades e intereses de las comunidades y toda la población».
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