Sucede aquí, allá, más allá y en todas partes. La gente, es decir, ¡nosotros! Solemos buscar el favor, la atención, la simpatía de aquellos que gozan de fortuna.
Quizás ese afán sea parte del instinto animal que busca «protegernos» del mal o de cualquier infortunio que la vida nos presente.
Cuando tenemos dinero nos sentimos seguros y hasta poderosos. Andamos por ahí haciendo chistes de mal sentido de humor y sin embargo nuestros «satélites» …! se ríen!
Podríamos hasta intentar cantar y sin dudarlo, recibiremos los aplausos.
Es por esto que vemos el afán de la gente por hacerse de fortuna. Todo esto atraviesa un abanico de oficios que van desde el más sencillo albañil al más encumbrado científico.
Todos buscamos incesantemente la fórmula de la coca cola…por cierto…
Fue el farmacéutico John Pemberton, quien, en 1886, mezcló por accidente una suerte de jarabe con agua carbonatada obteniendo esa bebida oscura y refrescante que aparece hasta en los más «oscuros» rincones del planeta.
Asa Griggs Candler, empresario farmacéutico de Georgia, Estados Unidos. Adquirió el derecho de la fórmula al año siguiente (1887) por 500 dólares. Además de casarse con la hija de Pembertom quien murió, «encocacolado», en 1888.
En pocos años, Asa, se hizo multimillonario con la nada atractiva bebida negra y si afortunada forma de la botella que también, accidentalmente, «diseñó» Earl Dean en 1911.
El contenido de los ingredientes de la coca cola siempre han sido un misterio. Aunque, en sus principios, se utilizó como base la hoja de coca, la misma que es la base de la cocaína…
Aquí podemos ver que no basta con encontrar la fórmula de la Coca Cola para adquirir fortuna. Hace falta la visión y el empeño para alcanzarla.
Usted podrá rodearse de ricos y exitosos, pero, eso no le garantizara el éxito si no tiene la virtud de ver…hasta donde llegará «eso».
Así vemos como los dictadores, grandes o pequeños, a la hora de su hundimiento se ven solos ante la horca o con «alguno» de sus más «vistosos» aduladores.
Suele la gente alejarse de aquellos de los que recibieron mucho cuando caen en la desgracia del infortunio.
Lo veo constantemente y en todas partes. Pedro negó a Jesús tres veces a pesar de afirmar lo contrario.
La naturaleza humana, y diría que, hasta la del animal, es la de abandonar al que cae en desgracia.
Pocos son los que se tiran del puente con uno…
El hombre aun no aprende y se la pasa en ese afán de gloria y posesiones. Se ciega ante las aprobaciones de los que le rodean por el hecho de tener dinero.
Presidentes que se aferran a no dejar el mando por sentirse elogiados y poderosos. Dictadores capaces de arrasar un pueblo con tal de sostener un privilegio.
Empresarios aferrados a ganar más y repartir menos.
El dueño de la Coca Cola, el Sr. Griggs, llegó a ser alcalde y dispuso utilizar de su propio dinero y de otros amigos ricos para las infraestructuras necesarias sin tocar los fondos públicos.
Aportó más de 30 millones para salvar la industria algodonera y recibió el favor y el amor de su gente.
En la actualidad, se calcula que el grupo que produce la Coca Cola genera casi, 9 mil millones de dólares al año. Una empleomanía de casi 300 mil trabajadores directos.
Las bebidas gaseosas, según estudios, son la causa de más de 184 mil muertes al año por causas cardiacas, diabetes y obesidad.
Por lo visto no hay salvación sin damnificados. ¡Estamos en el eterno debate de decidir entre la Coca Cola…o la Pepsi Cola…o usted y su simple y ligero y tranquilo camino. ¡Salud!. Mínimo Caminero.
massmaximo@hotmail.com
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach).
Comentarios sobre post