El diseño de la Internet es como de universos paralelos
Hay una Internet y adentro hay cuatro redes principales
Realmente hay muchas webs y a causa de eso hay millones de navegantes que colocan, buscan o guardan millones de contenidos distintos, incluyendo consumidores de mercancías virtuales.
¿Cuántas redes realmente hay?. Está la Web 1, la Web 2, la Web 3 y la misteriosa Web Profunda. Todas conviven entrelazadas como universos paralelos.
La Internet existe desde los años 60 del pasado siglo, pero La Web 1, nació en 1990 con su verdadero nombre de World Wide Web (WWW). Era puramente informativa y como almacén de datos. Guardaba documentos científicos, académicos y secretos militares. Su sucesora, la Web2, a partir del 2000 se hizo más participativa por parte de los usuarios y en ella surgieron los navegadores comerciales (browsers) y las redes sociales.
La próxima es la Web 3, que está todavía en proceso de evolución consentirá todavía mucho más a sus usuarios y los hará más exigentes y súper informados de los bienes que consume y los datos que busca. En esencia, esa nueva Web3 es lo que nos imaginamos será la evolución superior de la Internet con gráficas potentes, videos y fotografías en tres dimensiones, altísima velocidad y con una nitidez impecable en las imágenes. Será además, semántica, lo que quiere decir en jeringonza de la Internet que su interfaz con el usuario será de un modo más natural, menos técnico y complicado. Orgánico y amplio uso de inteligencia artificial.
CONSUMIDOR SAGAZ – Mientras, el nuevo consumidor de los tiempos digitales es el actor principal de la llamada Web 2. Esa es la red que los teóricos de la Internet describen como la que hemos creado con nuestras aportaciones, incluyendo la gran trama de redes sociales y comunidades virtuales que arropan lo inmenso del ciberespacio. Cada vez que escribimos en correo electrónico, diseñamos un portal, escribimos un blog, colocamos un video o una foto digital a través de la Internet, le estamos dando forma y sustancia a la Web2.
Esa Web 2, por ende, somos nosotros. El instrumento de mayor interactividad social y de comunicación en masa jamás creado por la humanidad. La Web 3 multiplicará y hará que todo ese contenido se humanice cada vez más.
La enorme cantidad de información transferida cada día por todo el espectro del ciberespacio es difícil de imaginar para la mente humana. Hay 3.7 mil millones de usuarios. A modo de referencia, estos hacen 40 mil búsquedas de datos en Google cada segundo, para un total de casi tres mil millones al día. Corren por los recovecos de la Web 100 millones de tweets al día.
Lo importante es conocer bien la configuración de la Red, saber navegar a través de todos sus dominios y crear mensajes informativos o entretenidos. Conectar con cibernautas que se mueven como viajeros digitales de un universo virtual a otro montado en dígitos binarios.
La gran mayoría de los usuarios van a la Web2 a buscar información, socializar o a comprar.
La nueva astucia para el comerciante en la Web es saber mercadear en los lugares donde la gente va a socializar y a informarse. Por eso, las páginas que ofrecen contenidos informativos o sociales tienen más probabilidades de cultivar muchos y a nuevos clientes si se quiere hacer negocios en línea.
CONTENIDO ES CLAVE – Esto quiere decir que la información es la esencia de la Red evolutiva y su más potente herramienta de mercadeo. Los empresarios que esconden o son tacaños con su conocimiento, su peritaje, no van a dar con ninguna veta de oro en la Internet. Así de exigente será la Web 3, por su omnipresencia (Internet of all things) y por poseer mayor inteligencia artificial (Semantic Web) que las dos anteriores. Tendrá capacidad de analizar toda la data, crear perfiles individualizados de cada cibernauta e integrar la conectividad a todos los aparatos digitales que el usuario posee.
Sobrevivir en este es nuevo mundo de redes veloces y tan conectadas, implica dos estrategias simples: tomar decisiones a paso vertiginoso y mantenerse en constante interactividad comunicativa e informativa. La Web es un universo expansivo, un siempre cambiante espacio virtual.
(El autor es periodista y profesor de multimedios residente en San Juan, Puerto Rico.
cccrafael@gmail.com
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