Redacción (Noticias ONU).- Según mostraron numerosos expertos al Comité de Descolonización, los puertorriqueños son más propensos a desarrollar desórdenes depresivos y ansiedades que otros pueblos que no se encuentran “bajo ocupación colonial”. También han denunciado que las políticas llevadas a cabo por Estados Unidos han conducido a una pobreza generalizada en la isla que afecta emocionalmente a la población.
Entre los más de 70 representantes de organizaciones civiles y políticas de Puerto Rico estuvo el doctor Oscar Ocasio Colón, que lleva 20 años trabajando como psicólogo en la ciudad de Nueva York, estudiando especialmente el impacto de la pobreza en la población. Ocasio Colón explicó que el colonialismo es un crimen de lesa humanidad y “todo crimen trae secuelas emocionales”.
“En el caso del colonialismo, está completamente probado en estudios científicos que la ocupación colonial socava la capacidad colectiva del pueblo ocupado para sobrellevar las más básicas dificultades emocionales, creando una situación traumática aguda y permanente. En el caso de Puerto Rico, nuestra población, ya sea los que viven en la isla o los que emigran, está más propensa a desarrollar desórdenes depresivos y ansiedades que cualquier otra población que no esté bajo una ocupación colonial”, comentó citando varios estudios científicos.
Ocasio Colón denunció que el Gobierno de Estados Unidos “se ha adueñado de los recursos (de Puerto Rico) y los ha explotado” y “ha querido imponer el inglés como idioma e implantar su sistema hegemónico cultural sobre la cultura de los puertorriqueños”.
Síndrome de Estocolmo
Esas políticas, junto con “la imposición de una Junta de Control Fiscal” y “la ocupación prolongada” desarrolla “en los colonizados un síndrome de Estocolmo colectivo que socava su propio proceso de desarrollar su identidad propia”.
“Los procesos de aculturación se transforman en asimilación y obligan a vivir cada uno de nuestros días como un día de guerra por conservar los aspectos más básicos de nuestra forma de ser como pueblo”, agregó.
Por ello, el doctor pidió al Comité de Descolonización que:
- haga todo lo posible para que la colonia estadounidense de Puerto Rico tenga un proceso de descolonización utilizando el camino que sugiere la resolución 1514
- recopile los estudios sobre el colonialismo y el daño emocional que causa para establecer que la anexión no es una alternativa descolonizadora
- reconozca la obligación de reparaciones por parte del gobierno de los Estados Unidos al pueblo puertorriqueño
Las peticiones y observaciones del doctor Ocasio Colón también fueron expuestas por otros reconocidos psicólogos, como el también doctor Jaime Inclán McConnie, quien dijo que “la erradicación del colonialismo en Puerto Rico es urgente para la salud”.
Inclán McConnie explicó que la psicología entiende que las relaciones abusivas son aquellas que aplican influencia inapropiada y excesiva sobre otros.
Trauma psicológico generalizado
“El colonialismo es un abusivo sistema de dominación y subordinación que ejerce control estructural, inapropiado, excesivo, y abusivo”, aseguró, antes de recordar que la investigación psicológica sobre el abuso demuestra que las relaciones abusivas crónicas generan, a nivel individual y social, profundos niveles de “trauma psicológico que, si no es sanado, se generaliza a la población y se transmite intergeneracionalmente”.
En nombre de la Asociación de Psicología de Puerto Rico intervino Ángel R. Comas Nazario, quien indicó que esta organización fundamenta su visión y misión a partir del reconocimiento y afirmación de los derechos humanos.
“Este reconocimiento ha supuesto que asumamos el tema del colonialismo como realidad central de nuestro quehacer psicológico” y explicó que por ello la Asociación ha tenido que luchar, desde el punto de vista psicológico, contra “la explotación económica” causada por los colonizadores “en detrimento de la calidad de vida, la justicia social y la dignidad humana” del pueblo de Puerto Rico.
Junta de Supervisión Fiscal
Como ejemplo, citó la postura que la Asociación ha asumido contra “las políticas impuestas por la mal llamada Junta de Supervisión Fiscal, un instrumento que impone estratégicamente sus facultades para condicionar las decisiones políticas dentro del país, posibilitando un deterioro acelerado de las condiciones de vida”.
“Hemos denunciado que, desde el 2017, el mandato de una Junta de Supervisión Fiscal y sus medidas de austeridad han deteriorado el acceso a servicios esenciales. Reconocemos que estas políticas han sido un factor determinante del daño social, económico y político. Las políticas de la Junta aumentan los niveles de pobreza en el país y generan condiciones estructurales y sistémicas de violencia”.
Comas Nazario explicó que la Asociación creó en 2020 un Comité Ad Hoc de Salud Mental y Coloniaje, con el propósito de educar sobre el impacto del colonialismo y su afrenta a los derechos humanos de la isla.
Los temas más destacados que encontró el Comité son los altos niveles de violencia, desempleo, subempleo, fuga de profesionales, incapacidad para reconstruir la infraestructura, desinformación masiva y corrupción gubernamental.
“Sobre todo, hemos mostrado cómo las políticas de austeridad de la Junta de Supervisión Fiscal han empujado a miles de familias puertorriqueñas a la incertidumbre y desasosiego”, señaló Comas Nazario.
Sin medios de lucha contra el cambio climático
Por su parte, la representante de la asociación ecologista Movimiento Ambiental Revolucionario, Venecia Butler-Pérez, dijo que “la situación violenta de ser una colonia de los Estados Unidos de América hace vulnerables a las personas puertorriqueñas dejándonos sin alternativas para sobrevivir la crisis climática”.
“La colonia, la deuda económica e histórica con nuestro pueblo caribeño, la corrupción de los gobernantes que se alimentan del estatus colonial, la intervención del gobierno federal a través de la Junta de Control Fiscal y los incesantes fenómenos naturales sitúan a la población en un estado de vulnerabilidad emocional y física constante. Ejemplo de ello es que a siete años del Huracán María tenemos personas sintecho y sin condiciones dignas para enfrentar otro evento natural a causa de la burocracia colonial”, aseguró.
Para esta asociación, el aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos naturales como huracanes, terremotos, las intensas olas de calor, entre otros, “generan incertidumbre sobre el futuro, la economía y la seguridad de las personas en las islas, lo que ha llevado a la aparición y exacerbación de síntomas como ansiedad, depresión, estrés agudo, y estrés postraumático, entre otros”.
Butler-Pérez destacó que “las desigualdades sociales se ven incrementadas luego de un evento atmosférico ante el desastre político manifestándose en la falta de acceso a servicios de salud, vivienda, empleo y acceso a servicios esenciales. Además, debido a nuestro estatus colonial, las decisiones económicas del país son tomadas por una Junta de Control Fiscal impuesta por el Congreso haciendo invivible el país para los boricuas”.
Derecho inalienable
Tras las intervenciones, el Comité examinó y aprobó la cuadragésimo segunda resolución sobre la cuestión en la que se reafirma el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a la autodeterminación y a la independencia de conformidad con la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General y que el pueblo de Puerto Rico constituye una nación latinoamericana y caribeña que tiene su propia identidad nacional diferenciada.
También hizo “un nuevo llamamiento al Gobierno de los Estados Unidos de América para que asuma su responsabilidad de promover un proceso que permita al pueblo puertorriqueño ejercer plenamente su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia”.
El Comité observa con preocupación que, en virtud de la decisión del Congreso de los Estados Unidos, al amparo de la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA) que crea la Junta de Supervisión y Administración Financiera, se reduce aún más el ya debilitado ámbito en que opera el régimen de subordinación política y económica imperante en Puerto Rico.
Además, el impacto de las medidas de austeridad que están provocando un grave deterioro de las condiciones sociales y económicas del pueblo de Puerto Rico y la privatización de servicios esenciales, como la energía eléctrica, lo que ha provocado el encarecimiento del costo de vida en una economía ya precaria.
El documento, presentado por Cuba y aprobado por unanimidad, insta al Gobierno de los Estados Unidos a que “complete la devolución al pueblo de Puerto Rico de todas las tierras ocupadas por sus fuerzas militares en territorio puertorriqueño, en particular las instalaciones en la isla de Vieques y en Ceiba”.