San Juan (Puerto Rico).- El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, anunció que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), obligó sobre $335 millones para la adquisición de los generadores temporeros y la infraestructura asociada que ubican en las centrales de Palo Seco y San Juan, luego de ser instalados por FEMA y el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos, tras el paso del huracán Fiona para estabilizar la generación de energía.
«Esta obligación millonaria dará paso a continuar con el proceso de compra de 17 generadores distribuidos entre las plantas en Toa Baja y San Juan, que generan 350 megavatios, mientras se realizan los proyectos de reconstrucción permanente y mitigación de riesgos de la infraestructura eléctrica que robustecerán el sistema de energía en beneficio del desarrollo económico y calidad de vida de nuestro pueblo», indicó el primer ejecutivo.
La asignación de estos fondos federales que permitirá que continúe la operación de los generadores temporeros hasta diciembre 2025, fue posible gracias a la intervención del equipo de trabajo de la Oficina Central Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, por sus siglas en inglés), Autoridad para las Alianzas Público-Privadas, la Autoridad de Energía Eléctrica y el Negociado de Energía de Puerto Rico.
«En el COR3 trabajamos en equipo para lograr que, en tiempo récord, pero en cumplimiento con las normativas aplicables, FEMA asignara los fondos para esta adquisición de equipo. Ya asignados los fondos, el contrato de compra continúa el proceso establecido que requiere la evaluación y aprobación de la Junta de Supervisión Fiscal. Estamos muy optimistas en que toda la transacción se completará en o antes del próximo 15 de marzo», señaló el director ejecutivo de COR3, Manuel A. Laboy Rivera.
Nancy Casper, asesora experta de FEMA, comentó que a través del programa de Asistencia Federal Directa (DFA), FEMA ha provisto de generación temporera, debido a los impactos del huracán Fiona a una red eléctrica ya frágil.
«Aunque la amenaza inmediata causada por el huracán Fiona ya no existe, el apoyo energético temporal sigue siendo una necesidad para que Puerto Rico complete las reparaciones y sustituciones necesarias a la infraestructura existente», indicó Casper.
La obligación de estos nuevos fondos se realizó mediante la Sección 428 de la Ley Stafford, del programa de Asistencia Pública de FEMA, luego que el NEPR aprobara la propuesta presentada por la AEE por ser consistente con el Plan Integrado de Recursos. El propósito de dicho plan es garantizar el desarrollo del sistema de energía eléctrica en Puerto Rico, así como mejorar la confiabilidad, eficiencia y transparencia del sistema.
Por su parte, el director ejecutivo de la AEE, Josué A. Colón, afirmó que «en la Autoridad de Energía Eléctrica nos mantenemos trabajando en continua y estrecha colaboración con la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia, FEMA, Genera PR y la Autoridad para la Alianzas Público Privadas con el objetivo de completar el proceso de adquisición y permisología de estos generadores temporeros para asegurar la operación ininterrumpida de los mismos en beneficio de los residentes de Puerto Rico, mientras continuamos con los proyectos de reconstrucción y mejoras de nuestro sistema de energía».
El equipo que se adquirirá opera con gas natural licuado, por lo que esta nueva tecnología es más limpia y favorable al medio ambiente en comparación con los generadores actuales que usan diésel. Además, al ser un equipo eficiente, requiere de menos reparaciones y mantenimiento, lo que reduce las posibilidades de apagones.
Mientras, Fermín Fontanés, director ejecutivo de la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas (AAPP), manifestó que «la adquisición de estos generadores representa un apoyo a los esfuerzos de fortalecer la confiabilidad y la capacidad de la generación de energía en la Isla, a la vez que continuamos avanzando a paso firme en los trabajos de reconstrucción y transformación de la infraestructura energética existente».
La continuidad de las operaciones de los generadores temporeros beneficiará al pueblo, al mejorar el acceso a los servicios críticos para las personas mayores, las personas con discapacidad y las personas con necesidades médicas, así como a los servicios públicos.