Al Dr. Guillermo Moreno
Yo no sé, qué tan altas sean las ventanas que miran al cielo, ni si la aurora solo es contemplada diariamente por los atentos y discretos poetas.
Yo no sé, si la vida es injusta o ciega la mirada de los hombres, pero si de algo estoy seguro es que representas todos los sueños imaginados que soñé y que no tuve el valor de buscar.
Guillermo, últimamente, han querido hundirte en el descrédito calificándote de «egoísta» y «necio». Yo, que te conozco y que suelo escrutar en el alma de los hombres, sé cómo te sientes.
Sé de esa impotencia alada y de ese desdén que sacude la calumnia y la infame palabra apresurada de unos cuantos.
No puedo dejar pasar esta oportunidad para sacar mi espada en tu defensa. Los que te han señalado últimamente han «intentado» hacerlo con respeto y no es para menos, ya que no hay de donde sacarte.
Que cuatro elecciones de candidato presidencial, que te estás poniendo viejo, que manejas autoritariamente los recursos del partido, que no les das oportunidades a «los otros», entre otras cosas…
Yo no sabía que cuando llegara a los 90 años tendría que dejar de escribir o de pintar o de enamorarme y dejar de hacer el amor.
Yo no sabía que uno tenía que dejar sus sueños abandonados a cierta edad, o que luchar por alcanzar un país digno y decente era un asunto que caducaba…
Tampoco sabía que, en Alianza País, donde milito hace más de diez años, se me tenía prohibido aspirar a la candidatura de diputado, senador o presidente.
Ni que los recursos que colectamos en nuestra jurisdicción eran manejados por ti y no por nuestra junta directiva como hacemos.
Te hemos elegido una y otra vez a ti Guillermo, porque reúnes todo lo que constantemente «dice el dominicano» que quiere de un presidente «rectitud, determinación y honestidad. Y, sin embargo, votan por «otro» solo porque no nos ven como una posibilidad «segura» «de ganar»…
Te dibujan de perdedor cuando en verdad perdemos todos al seguir escogiendo a hombres acompañados de una tropa de interesados «patriotas» que nunca resuelven los males de miseria, ignorancia y educación que tanto adolece y necesita este pueblo.
Representas todo lo que aspira la patria y por los que tantos han muerto desde su misma fundación en 1844. No hay nada que buscar en otra parte. Los que se van nunca entendieron, que esto, es un asunto más allá del ego.
El tiempo no apagará esta luz Guillermo y sí alcanzamos las altas ventanas primero. Desde allí contemplaremos como el valle se fue llenando de poetas tomados de la mano con la aurora. ¡Salud!. Máximo Caminero.
massmaximo@hotmail.com
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach).
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