Santo Domingo (República Dominicana).- El experto en seguridad ciudadana, Daniel Pou, advirtió que las acciones delincuenciales en el país no son simples raterismo, sino que se trata de comandos especializados armados con gran poder de fuego y fusiles automáticos, que están realizando asaltos con alta presencia del crimen organizado.
Pou manifestó que la situación que sucede hay que ponerla en blanco y negro.
«Ahora no estamos hablando de raterismo, ahora estamos hablando de comandos especializados armados con gran poder de fuego, con fusiles automáticos, que están realizando asaltos», afirmó el especialista en seguridad ciudadana entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa «Esferas de Poder», que se transmite los domingos por RNN Canal 27.
Consideró que «eso solo puede provenir de dos fuentes fundamentales: de sectores militares y policiales o de grupos soportados y auspiciados por el narcotráfico», recalcó el experto, quien dijo que «estamos frente a un cóctel complejo de conflictividad social, alta presencia del crimen organizado».
Pou sostuvo que el presidente Luis Abinader está intentando dar una respuesta a este fenómeno de la criminalidad, que aunque considera que no es la más idónea, como elemento de mitigación y control, puede tener algún resultado en un tiempo bastante breve.
Sin embargo, recordó que la militarización de la seguridad ciudadana ha fracasado en los gobiernos anteriores.
Opinó que hay que desburocratizar el proceso de transformación de la Policía Nacional y comprender que las políticas públicas para la mitigación de la violencia y la erradicación de la presencia del crimen organizado hay que empezar a socializar con la gente.
Proclamó que la Policía no acepta más reforma, sino que debe ser transformada porque se trata de una institución que ha abandonado su rol misional, por las malas prácticas ocurridas durante décadas.
«Uno de los graves problemas que tiene la sociedad dominicana es que durante más de dos décadas el problema de la inseguridad, de la violencia delictiva y el problema de la violencia sistémica o violencia social, aunque han sido abordados con pretendidas medidas de seguridad ciudadana, nunca se había demostrado una voluntad firme para revertir esa situación», argumentó.
Indicó que el Plan de Seguridad Democrática cifró muchas expectativas en la población, pero lamentablemente no hubo el suficiente respaldo en su momento para comprometer a todas las instancias institucionales del Estado.
Consideró que los problemas de la inseguridad, la criminalidad, la violencia sistémica tienen muchos abordajes porque son multicausales y planteó que esto ha traído como consecuencia un deterioro de las instituciones públicas, como son la falta de credibilidad en la Policía y el sistema de justicia.
Pou indicó que hay que recuperar mediante una política de confianza mutua la necesaria confianza que debe existir entre policías y ciudadanos.
Estimó que las estadísticas de homicidios indican que entre el 20 y un 30% de las muertes violentas las producen las acciones delictivas, pero entre el 66 y 68% se originan por la conflictividad social.
De otra parte, el experto en seguridad ciudadana entiende que causa profunda preocupación la cercanía que están teniendo en la zona fronteriza bandas criminales que operan en Haití.
«Hasta ahora, República Dominicana no ha demostrado tener un equipo de inteligencia criminal lo suficientemente capaz para ir un paso por delante de los flujos migratorios que se producen en la frontera, que muchas veces esos flujos migratorios les han facilitado a delincuentes haitianos penetrar a territorio dominicano», adujo.
Pou aseguró que Haití es un territorio que está fuera de todo control, porque carece de un Estado con capacidad para tener el control y la autoridad permanente en su territorio.
Agregó que la vecina nación se trata de la suma de conglomerados humanos donde las instituciones, la autoridad y el espíritu de convivencia pacífica se han perdido.
Cree que en la frontera debe haber una robusta musculatura de inteligencia, a parte de una policía especializada en frontera, para detectar la presencia de individuos nocivos que pertenecen a entramados del crimen organizado que durante muchos años han dominado el territorio haitiano.
Advirtió que lamentablemente, por RD$2.000 o RD$3.000 cualquier haitiano pasa por la frontera dominicana ante la indiferencia o complicidad de los militares que tienen la responsabilidad de custodiar.
«En este momento yo le digo que no me sorprendería que en cualquier circunstancia una de esas bandas armadas de Haití penetre a territorio dominicano y puedan cometer cualquier desorden», alertó Pou.
Observó que «no estamos en una guerra con Haití», pero ese país tiene una situación bastante deplorable por ser un territorio fuera de control, porque el Estado, a través de su gobierno, no puede establecer su autoridad en el territorio.
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