Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera, dijo el artista Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, hoy arribamos a ella, la estación más colorida, y bonita del año, la que nos convida a buscar progreso, perfección y carácter.
La primavera es el primer verdor que antecede al verano y posterior al invierno. Desde hoy domingo 21 de marzo y hasta el lunes 21 de junio, disfrutamos de su presencia y nos embriagamos de su energía.
En esta, la época más hermosa del año, durante tres meses nos llenaremos de su alegría y de su luz. Nos invita a ir floreciendo con ella; produciendo que nuestra vegetación interna, también retoñe.
«Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos», dijo el poeta. Dejémonos invadir y que ese reverdecer sea posible.
Como señaló la excelsa profesora y poetisa, Gabriela Mistral: Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias unas anchas hojas, y por caravanas unas fucsias rojas. Salid a encontrarla por esos caminos. ¡Va loca de soles y loca de trinos!…
A esa «Doña Primavera de aliento fecundo, que se ríe de todas las penas del mundo…», a ella hoy pido, nos permita, «con sus manos gloriosas, que por la vida derramemos rosas», parafraseando a la maestra Mistral, referente de la poesía femenina universal.
Bienvenida primavera, gracias a ti, como expuso el romántico tardío, Gustavo Adolfo Bécquer: mientras existas en el mundo, ¡habrá poesía!.
Gracias por inspirarnos a continuar nuestro andar, a ascender; a darnos musa para alcanzar nuestras metas.
Pero hoy con la llegada de esta hermosa estación, solo quiero exhortar que abrecemos la obra del poeta, narrador y publicista dominicano, René del Risco Bermúdez, la que sea hecho tendencia en nuestro país, una vez más, luego de sufrir los embates de la COVID-19: Una Primavera Para el Mundo, para que soñemos ese sueño que no acabará, porque la luz del sol no se apagará…, Cada piedra será una flor; cantaremos a un nuevo sol…, La alegría de un mundo mejor vendrá. Dar sonriendo la mano y seguir. Gloria y fiesta es la vida cuando hay amor.
Vivamos conscientes, optimistas, seguros en Dios, esperanzados en cambios positivos para la humanidad, accionando para el bienestar social. Recordando que, aunque el invierno esté en nuestras cabezas, debemos llevar la eterna primavera en el corazón, como nos exhorto el novelista y dramaturgo Víctor Hugo.
«La ciencia nunca ha conseguido un agente tranquilizante tan eficaz como un soleado día de primavera».
Hasta pronto.
santosemili@gmail.com
(La autora es educadora, periodista, abogada y locutora residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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