Redacción (RT.com).- La denuncia por violencia de género en contra del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se convirtió en uno de los escándalos políticos más graves en la historia del país sudamericano.
Lo que comenzó el pasado domingo como una filtración periodística mutó el martes en la denuncia formal que Fabiola Yáñez, la expareja de Fernández, interpuso en juzgados argentinos desde Madrid, en donde reside junto con el hijo de ambos, Francisco, de dos años.
La denuncia por violencia de género en contra del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se convirtió en uno de los escándalos políticos más graves en la historia del país sudamericano.
Lo que comenzó el pasado domingo como una filtración periodística mutó el martes en la denuncia formal que Fabiola Yáñez, la expareja de Fernández, interpuso en juzgados argentinos desde Madrid, en donde reside junto con el hijo de ambos, Francisco, de dos años.
La denuncia por violencia de género en contra del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se convirtió en uno de los escándalos políticos más graves en la historia del país sudamericano.
Lo que comenzó el pasado domingo como una filtración periodística mutó el martes en la denuncia formal que Fabiola Yáñez, la expareja de Fernández, interpuso en juzgados argentinos desde Madrid, en donde reside junto con el hijo de ambos, Francisco, de dos años.
La denuncia por violencia de género en contra del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se convirtió en uno de los escándalos políticos más graves en la historia del país sudamericano.
Lo que comenzó el pasado domingo como una filtración periodística mutó el martes en la denuncia formal que Fabiola Yáñez, la expareja de Fernández, interpuso en juzgados argentinos desde Madrid, en donde reside junto con el hijo de ambos, Francisco, de dos años.
También usaba el lenguaje inclusivo y en alguna ocasión se atrevió a anunciar que en Argentina se había terminado «con el patriarcado». Se autodefinía como «feminista».
Sin embargo, resultó ser un «feminista» que, en realidad, maltrataba a su pareja. De ahí el cimbronazo que provocó la denuncia de Yáñez porque, más allá de que todavía falta que la justicia se expida, una premisa fundamental del movimiento de mujeres es creerle a la víctima.
Así lo hicieron incluso las y los compañeros de partido de Fernández, quien ha negado las acusaciones. El repudio en su contra ha sido unánime.
Tensión
La causa avanzó el jueves por la mañana con la primera reunión que la exprimera dama sostuvo, a través de una videoconferencia, con la fiscalía especializada en violencia de género de Argentina.
Mientras tanto, Fernández permanece recluido en su casa de Buenos Aires. Después de un escueto comunicado en el que rechazó las imputaciones, decidió guardar silencio y apenas ha hablado por chat con algunos de sus amigos más cercanos.
Uno de ellos, el dirigente Luis D’Elía, llegó al extremo de pedirle que se suicidara. «Si (Fernández) tiene un poco de dignidad tiene que encerrarse en su dormitorio, hacerle una carta pidiendo perdón a Fabiola, a sus hijos, a sus compañeros y al Pueblo Argentino y pegarse un tiro en la cabeza», escribió.
«Lamento que creas que yo soy capaz de algo así. Por lo menos escúchame antes de que me pegue un tiro«, le respondió el expresidente en un mensaje que azuzó la tensión provocada por las revelaciones de su vida privada, que no dejan de sorprender y decepcionar a la sociedad argentina.
https://actualidad.rt.com/actualidad/518847-denuncia-alberto-fernandez-conmociona-argentina