The America (AS/COA) y Control Risk -mecanismo empleado por EE. UU. para premiar abyectos y castigar rebeldes- elogió la “lucha anticorrupción” del Gobierno y el Estado de RD. La verdad, sin embargo, es otra: corrupción e impunidad no han disminuido, sólo han cambiado modalidades.
La corruptela empresarial practicada por décadas -tanto por cúpulas del Conep como de corporaciones transnacionales- no sólo no ha sido sancionada, sino que disfruta de mejores condiciones para multiplicarse. Este es un gobierno del gran empresariado impune.
La combinación Presidente-empresario (Off Shore), vicepresidenta-empresaria, ministros claves empresarios, coloniaje neoliberal, APPS, fideicomisos, ARS, AFP…privatización de naturaleza, turismo bajo control privado, plan minero transnacional, depredadores y lavanderos protegidos, es mucho más que “conflictos de intereses”.
Es una gran plataforma para la apropiación de lo público a precio de vaca muerta. Es un porta-aviones para el tráfico de influencia de viejos y nuevos ricos; y de corporaciones imperialistas custodiadas por el Comando Sur, en vía de apropiarse de más oro, plata, cobalto, níquel; y, ahora, de titanio, tierras raras, agua… Y dejen que se revelen detalles de las estafas que acompañan proyectos tipo Playa Bergantín y Autopista del Ámbar.
Por esa ruta se quedará corto tanto lo que hace Barrick Gold con el agua de la presa de Hatillo como los pasivos ambientales de Falcondo y otras mineras; mientras en la clase capitalista y en la partidocracia habitan vacas sagradas cuyas fortunas robadas gozan de buena salud y alimentan el sistema político. Las responsabilidades del PRSC, PLD-FP, PRD-PRM en narco-política de alto nivel, tampoco han sido sancionadas.
Cierto que actualmente determinados niveles de la partidocracia oficialista han sido sometidos a auditorías, investigaciones y procesos judiciales. Verdad que en esa vertiente no existe el libertinaje anterior…La corrupción de la partidocracia tiene menos cancha y su impunidad se ha debilitado parcialmente.
La peor parte la lleva la facción peledeísta-danilista, pero solo en una porción limitada de sus enormes delitos de Estado. Sin embargo, no sucede así con los pasados robos del PRSC, PRD, leonelismo y pandillitas de partidos satélites. Tampoco con una PN corrupta dotada de 4 mil millones más y unos partidos pervertidos con topes de gastos escandalosos legalizados (JCE).
Pero, además, el tráfico de influencia y la gran corrupción empresarial camuflada, son dominantes y crecientes; y disfrutan de condiciones nunca vistas en la historia del país. Entonces, que desista The America (AS/COA) y Control Risk de robarse la verdad.
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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