En 1916 invadieron para expandir sus corporaciones, saquear recursos ajenos, crear ejércitos, imponer capitalismo dependiente, controlar la isla a través de intermediarios serviles e instalar tiranos. Aquí crearon la Guardia Nacional, fabricaron a Trujillo y transformaron la guardia en ejército moderno destinado a sustentar su régimen brutal y su estrategia neocolonial.
La tiranía -debilitada por el descrédito y las luchas libertarias- se pudrió 30 años después junto a otras dictaduras militares de la Cuenca del Caribe y Centroamérica. La Revolución Cubana, la Expedición de junio de 1959 y el Movimiento Clandestino 14 de junio (derivado de ella), le dieron el puntillazo para que la Casa Blanca decidiera salir de Trujillo a balazos, dejando intactas las Fuerzas Armadas; eje clave de la dominación imperial y oligárquica,
No fue hasta el impacto secuencial del triunfo de Bosch, la vigencia de la Constitución de 1963, el golpe de Estado contra ambos factores, la precipitación obligada del contragolpe democrático liderado por el Coronel Fernández Domínguez, y el desarrollo triunfal de la insurrección cívico-militar iniciada el 24 de abril de 1965, que el ejército dependiente dejó de existir.
Así se desplomó en 3 días el eje militar empleado por EU para controlar nuestro país en un periodo de tránsito hacia a la imposición de otros modelos de dependencia, con otros intermediarios de las derechas y el Grupo Vicini a la cabeza; y se impuso efímeramente la autodeterminación popular-nacional, desatando de inmediato la ira contrarrevolucionaria del imperialismo.
De ahí la invasión militar de 42 mil marines para reemplazar el viejo ejército y ejecutar a continuación el fraude a Bosch, imponiendo a Balaguer y su Constitución del 1966; desplegando terrorismo de Estado y otros planes de largo plazo dirigidos a diezmar las izquierdas, fraccionarlas, dispersarlas e inclinar sectores de ellas a favor del PRD-PRM y PLD ya derechizados y de la opción ultra-neoliberal y ultra recolonizadora de Abinader-Vicini-USA.
La contrarrevolución -acompañada de un programa ideológico-cultural de despojo de la verdad histórica y falsificación del rol mundial de EEUU- logró finalmente debilitar la lucha frente a las nuevas modalidades de recolonización; gravitando con mayor intensidad sobre las nuevas generaciones, influidas por el modo de vida, el individualismo y el consumismo de la decadente civilización burguesa occidental.
Eso se agregó al hecho de que a base de presión y degradación ideológica importantes fuerzas políticas de abril 65 fueron corrompidas y despojadas de antiimperialismo y hasta voluntad de autodeterminación; atributo imprescindible para transformar esta injusta sociedad. ¡Superar ese vacío es necesidad y deber, pero no es paja de coco!
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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