Santo Domingo (República Dominicana).- La Unión de Farmacias Inc. reveló que el Ibuprofeno, Ponstan, Evital, Diclofenac, Enantyum, estimulantes sexuales de varias marcas, Amoxicilina y Kappra, un medicamento para epilepsia, y otros de uso común en la población, son los medicamentos con mayores niveles de falsificación.
Dijo que los datos son ofrecidos por la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
En ese sentido, reiteró que no resulta conveniente que los medicamentos de venta libre, que son los vendidos sin receta médica, conocidos como OTC, sean dispensados al público en lugares ajenos a las farmacias, donde el servicio es ofrecido de manera profesional y segura.
«Los recientes hallazgos de venta de alcohol adulterado, así como la denuncia de la supuesta venta de sangre en colmados y otros establecimientos, nos ha hecho llamar a la población a la cautela. No se puede comprar medicamentos en cualquier lugar», declaró Scarlet Sánchez, directora ejecutiva de la Unión de Farmacias Inc. en un comunicado de prensa.
Desde hace varios años la Unión de Farmacias, Inc. se muestra contraria a que sean alteradas las regulaciones sanitarias que especifican cuáles son los comercios autorizados para la venta de medicamentos, según cumplimientos técnicos.
«Todos los medicamentos, incluyendo los que se venden sin receta, requieren de establecimientos bioseguros, que gocen de condiciones de climatización adecuada para garantizar eficacia. Con el agravante de que hay una alta posibilidad de falsificación o adulteración, por la falta de controles efectivos» añadió Sánchez.
Recordó que la Ley General de Salud, número 42-01, así como el Reglamento de Medicamentos (Decreto 246-06), estipulan que la venta de medicamentos, incluyendo los que se venden sin receta, solo pueden ser dispensados en farmacias, como sucede en otras jurisdicciones de mejor vigilancia como la mayoría de los países de Unión Europea.
Dijo que según los principios y disposiciones consignados en estas regulaciones, se busca mitigar los riesgos de consumir medicamentos falsificados o adulterados, además de garantizar una correcta dispensación, en pos de garantizar el derecho a la salud.
Sánchez indicó que las normas de higiene y vigilancia sanitaria que rigen en algunos de los establecimientos comerciales, como son los colmados, mercados, estaciones de combustible o tiendas por departamentos no cumplen las previsiones que establece la Ley General de Salud 42-01 respecto a las garantías sanitarias exigidas para comercializar y realizar todo tipo de contratación con relación a medicamentos, sobre todo en el interior del país.
Reiteró su llamado a no consumir medicamentos en establecimientos no verificados y que no cuenten con la autorización del Ministerio de Salud Pública, y motiva a continuar adquiriendo medicamentos en las 5.000 farmacias que operan en el sector privado y las cerca de 600 Farmacias del Pueblo, que garantizan el acceso a tratamiento seguro.
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