Para nadie es un secreto que la región sur ha sido la zona de la República Dominicana de más lento desarrollo, de olvido centenario y de precariedad provocada, a pesar de disponer de recursos naturalezas y de personas laboriosas como las que más, sin dejar de destacar que ha aportado a la política nacional grandes figuras desde el nacimiento mismo del Estado nación.
La elección por ocho años del presidente Danilo Medina—sureño por los cuatro costados—despertó grandes expectativas para la región, pues se suponía que propiciaría al menos el despegue de la región hacia estadios de desarrollo más promisorios, lo que, faltándole apenas tres meses para entregar el Gobierno, ha resultado toda una decepción.
En una alguna oportunidad, cuando se debatía el proyecto de la llamada carretera Cibao-Sur, el presidente Medina proclamó a modo de interrogante: «Si no la hago yo, quién la va a hacer», con lo cual quería significar que su compromiso con el sur era mayor que nadie más. Pura palabrería.
El hecho es que ni construyó la dichosa carretera ni ninguna otra que quede como legado de su gestión y por la que se le pueda recordar como un sureño que se preocupó por sembrar para la posteridad.
Por consiguiente debemos procurar que en los próximos años las funciones públicas sean ocupadas por sureños más comprometidos con su región.
He querido hacer la introducción precedente porque me ocuparé de dimensionar la importancia de la coyuntura electoral venidera, cuando en un giro importante nuestra región podrá contar con tres mujeres en el Senado de la República.
Me refiero a Noris Medina, Lía Díaz y Melania Salvador, coincidentemente postuladas por la misma coalición opositora que lleva 26 candidaturas comunes a nivel nacional, y que está llamada a ganar la mayoría de los escaños en el Senado de la República.
Por una razón de cercanía territorial y de relaciones primarias haré énfasis en la candidata de Barahona—Lía lo es por Azua y Melania por Bahoruco—pues además Noris es actualmente diputada y tiene un trabajo realizado en su provincia.
En ese aspecto, cabe destacar su permanente preocupación por estar presente, dentro de las posibilidades de un legislador, y atender las necesidades de su comunidad.
Sin embargo, su labor como senadora, y los demás legisladores de nuestra región, deberá centrarse en un próximo período a procurar el desarrollo de la zona mediante la canalización de proyectos de soluciones colectivas ante las autoridades nacionales, las cuales estamos seguros serán afines, de modo que una región con tanto potencial deje de ser vista como una carga de atraso.
Los votantes de las demarcaciones citadas tienen un compromiso con su región y con su futuro.
Nelsonencar10@gmail.com
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