Por Emilia Santos Frias
El mundo tal como lo conocíamos antes del 2020, cambió drásticamente, con la llegada de la pandemia que flagela a la población, ese brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19), que nació justo cuando moría el 2019. La vida como la conocíamos, la economía mundial, acaba de sufrir un fuerte e inesperado revés.
Nadie estaba preparado para vivir en este confinamiento o distanciamiento social, que desde hace meses la mayoría de la población, lo ha tenido que asumir obligativamente.
Pero qué pasa con nuestros sentimientos, han cambiado con este impulsivo cambio o seguimos albergando en nuestras mentes y corazones emociones malsanas y esparciendo cizañas en nuestro alrededor?
Si estamos distanciados con Dios, con el mundo, y no aprovechamos ahora para hacer el cambio positivo, cuándo lo haremos? Este es el momento propicio para comenzar a exhibir valores morales, cambiar conducta en nuestras vidas y esparcirlas en esta generación que no olvidará fácilmente la llegada del COVID-19.
Gracias Dios, porque hasta en la adversidad podemos encontrar con tu guía el camino a la luz. Tú nos abre el camino en tiempos difíciles.
Estamos ante un nuevo mundo, lo entendamos o no. Nos unió una enfermedad, pongamos todo nuestro empeño para unirnos, que no nos separe emociones negativas, la prepotencia añeja, soberbia y eso halos de poder que tanto fascinan y gustan a algunas personas, con los que hacen tanto daño, infringiendo dignidades.
Humanicemos nuestro andar!, El mundo tiene que abrazar el cambio de actitud y aptitud. La pandemia desarropó problemáticas humanas, sociales, y dejó en claro las necesidades. Para muestra, nos dejó la desolación que viene gran parte de la población mundial, con sus carencias en salud, alimentos, abrigo, calidez humana…
Continuo inquiriendo cuándo haremos el cambio?, dejar de pensar solo en el beneficio propio, «como islas», cuando fuera de nuestras puertas están nuestros semejantes, a quien debemos brindar solidaridad, mostrar bondad, respeto, con quienes debemos ser tolerantes, responsables, honestos y siempre buscar la justicia. Estos valores no son simples palabras, encierran todo lo que necesitamos para vivir felices en este mundo.
A propósito del coronavirus, incendios en el vertedero Duquesa, donde supuestamente puede haber manos criminales, así como, los incendios forestales que hay en Constanza, los que han trastocado nuestra salud y la salud del medio ambiente, dejando también, pérdidas materiales que contribuyen a asolar más a nuestro país, por eso y por mucho más, señoras, señores, es tiempo de cambio.
La Biblia en Jeremías 26, versículo 3, nos dice: «Quizás escuchen y se vuelvan, cada uno de su camino malo, y yo tenga que sentir pesar por la calamidad que estoy pensando ejecutar sobre ellos a causa de la maldad de sus tratos». Pero Isaías nos indica en el capítulo 55, versículo 7, «Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia», Amigas, amigos, deseo que Dios cambie nuestro accionar.
Hasta pronto.
(La autora es educadora, periodista, abogada y locutora, residente en Santo Domingo.
santosemili@gmail.com
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