Por Juan Matos
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El teletrabajo o trabajo a distancia es un término que hace referencia al trabajo fuera de la oficina, desde la casa o cualquier otro lugar.
No hablamos de algo nuevo, a principio de la década del 70, occidente enfrento una crisis petrolera que obligó a todas las industrias a reducir gastos y reducir sus presupuestos. En plena crisis Jack Nilles, físico e ingeniero estadounidense, tuvo la idea de cambiar el paradigma al formularse esta pregunta: ¿y si en lugar de llevarnos al trabajador al trabajo lo hacemos al revés y llevamos el trabajo al trabajador?.
El aparato productivo de la República Dominicana, enfrenta un gran desafío, muchas empresas se han visto obligadas a cerrar y en algunos casos a enviar gran parte de su personal a casa, reduciendo así su capacidad de producción y de generar riquezas.
El teletrabajo supone nuevas oportunidades y plantea nuevos desafíos tanto para el empleador como para el empleado. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado: “Working anytime, anywhere: The effects on the world of work” (Trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar: consecuencias en el ámbito laboral) revela que el teletrabajo mejorar el equilibrio entre la vida laborar y la vida personal, reduce el tiempo de desplazamiento del empleado al trabajo, reduce el absentismo y promueve la autonomía laboral.
El empleador y las empresas también se benefician de las mejoras en la conciliación laboral, pues podría aumentar la motivación e incidir en la reducción de la rotación del personal dentro de la empresa, reducir el absentismo, mejorar la productividad y la eficiencia, en adición a esto y no menos importante reduce la necesidad de espacios de oficinas y de sus costes asociados.
No todo es color de rosa con el Teletrabajo, podríamos citar algunas desventajas: La tendencia a trabajar por más horas, la superposición entre el trabajo remunerado y la vida personal (interferencia trabajo-casa) y dada la dificultad de supervisar los entornos de trabajos fuera de la oficina resulta un desafío aplicar los principios y legislaciones de salud y seguridad ocupacional.
Se constituye también en una debilidad jurídica la ausencia de la figura del teletrabajo en nuestro código laboral, no existe tampoco legislación alguna que ampare y salvaguarde tácitamente los derechos del trabajador que presta sus servicios desde casa.
Las ventajas del teletrabajo se sobreponen ante las desventajas, ya que beneficia al trabajador y al empleador. Por último me permito adicionar una variable; la importancia de las interacciones humanas, considero que una combinación equilibrada a través de jornadas parcialmente presencial y parcialmente a distancia, se constituiría en la solución perfecta con miras a mejorar la productividad y mantener el contacto personal del equipo de trabajo.
(El autor es CEO y fundador de Volarit, vicepresidente de la Internet Society en RD).
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