Santo Domingo (República Dominicana).- El Sindicato de Teatristas de la República Dominicana expresó su rechazo al concepto y al carácter competitivo e «improvisado» de la convocatoria «Premio Resiliencia Teatro Independiente».
Consideran que es improcedente «que el mismo gobierno que lleva casi dos años de abandono y desprotección de los trabajadores, sin respaldo real ni apoyo técnico del Ministerio de Cultura para la recuperación del sector», ahora convoque un «premio a la resiliencia».
El colectivo afirma que el Estado dominicano vuelve a fallarle a las y los trabajadores de la escena al lanzar una propuesta que pretende convertir derechos adquiridos en dádivas, avanzando en el peligroso camino de justificar el despojo de fondos públicos por los que las y los trabajadores de la cultura han luchado históricamente.
Explican que solo en el sector teatral el Ministerio de Cultura ha dejado de invertir cerca de 120 millones de pesos en estos dos años, al omitir eventos y convocatorias institucionalizadas como el Festival Nacional e Internacional de Teatro, la Feria Internacional del libro y el Fondo de Estímulo para la Creación Cultural y Artística, sobre los que los funcionarios públicos se encuentran en la obligación de rendir cuentas.
El SITEARD aseguró que el llamado «Premio a la Resiliencia» va en consonancia con aspectos cuestionables de la Ley de Mecenazgo y otros instrumentos que apuntan a la externalización y el abandono de la función del Estado de proteger y garantizar los derechos mediante la asignación de recursos, la estructuración y planificación técnica que la cultura como un bien fundamental merece.
«Es indignante que se proponga una competencia por el acceso a recursos en un contexto donde la mayoría se vio impactada por las consecuencias de la pandemia. «Premiar» a quienes pudieron implementar proyectos sin contar con recursos, patrocinios y teniendo muy limitada la posibilidad de comercializar sus propuestas es un acto que ignora y resta el justo valor a los significativos aportes que todo el sector independiente ha realizado por cuenta propia para la reactivación de las actividades culturales. Llega fuera de tiempo y además no representa ni un 20 por ciento de los fondos que han dejado de beneficiar al sector», expresó la dramaturga Ingrid Luciano.
Dijo que para los teatristas con esta acción, el Ministerio de Cultura se erige como un intermediario que lejos de otorgar lo que por Ley corresponde al sector, compite y extrae fondos a los artistas independientes, lo que «sienta un mal precedente hacia la privatización de la gestión cultural gubernamental, la reducción del presupuesto y la falta de inversión del Estado».
En ese sentido hizo un llamado a las autoridades a rectificar, convertir la convocatoria en un programa de apoyo especial para las y los artistas independientes, ya que todas y todos los teatristas han sido más que resilientes ante la desprotección estructural del Ministerio de Cultura.
El SITEARD demandó del Ministerio de Cultura que defienda el presupuesto que se le asigna, cada vez más erosionado.
Citó que de acuerdo con el artículo 53 de la Ley 41-00, es compromiso del Estado «abogar por el establecimiento de las condiciones necesarias para que los trabajos de la cultura alcancen un nivel de vida digna, un estatus y reconocimiento social acorde con su misión profesional y que dispongan de los recursos y medios indispensables para el perfeccionamiento y el ejercicio efectivo de su labor».
Valoró que instituciones públicas como el Banco de Reservas, que patrocina el premio, en cumplimiento con sus programas de responsabilidad social, eroguen fondos extraordinarios para el arte y la cultura, pero sugirió que las convocatorias se hagan en condiciones favorables para artistas independientes que cumplen una función social y exigir formalización y estructura empresarial como requisito para acceder a fondos públicos no se ajusta a la realidad del sector independiente.
El Sindicato de Teatristas de la República Dominicana lamentó que la falta de liderazgo del Ministerio de Cultura impida el aprovechamiento del potencial y recursos del sector.
Hizo un llamado a las autoridades a garantizar los fondos y programas institucionales, generar nuevas iniciativas, mecanismos e incentivos para promover la reactivación del sector cultural desde las comunidades locales de modo que los creadores independientes puedan seguir aportando y se garanticen los derechos culturales de la población.
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