Santo Domingo (República Dominicana).- La Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) declaró este sábado que no ha sido consultada sobre la medida anunciada por el Gabinete de Salud del gobierno de colocar una tercera dosis de vacuna anti Covid-19, a pesar de contar con miembros capacitados para asesorar al respecto y de una Comisión de Vacunas.
Sin embargo, precisó que considerando que las vacunas que se están aplicando actualmente en el país han mostrado un balance positivo en cuanto a seguridad, «no nos oponemos a una dosis de refuerzo siempre y cuando se hagan con un seguimiento epidemiológico, se informe a la comunidad médica y al pueblo dominicano en general, los resultados de dichos estudios de seguimiento, idealmente, semana a semana».
«Si bien consideramos importante el refuerzo, más importante aún, es aumentar la base de ciudadanos que hayan completado su segunda dosis de vacuna ya que, al día de hoy, menos de tres millones de dominicanos se han aplicado la segunda dosis. Hay que asegurar que la gran mayoría de la población objetivo haya completado las segundas dosis, antes de destinar vacunas adicionales a los refuerzos», manifestaron las doctoras Clevy Pérez, presidenta de la SDI, y Talia Flores, secretaria, donde expresan la posición de la Sociedad Dominicana de Infectología.
A continuación la posición íntegra de la SDI:
Sobre la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra COVID-19.
En primer lugar, hacer constar que la Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) no ha sido consultada sobre la medida anunciada por el Gabinete de Salud de colocar una tercera dosis de vacuna anti COVID-19, a pesar de contar con miembros capacitados para asesorar al respecto y de una Comisión de Vacunas.
Sin embargo, ante la relevancia de la medida hemos considerado emitir nuestro posición sobre el particular:
– Ante el impacto global de la pandemia de SARSCoV-2 productor de COVID-19, las autoridades de salud de los distintos países han implementado diferentes medidas para contener la propagación de la misma y mitigar los daños, una de estas estrategias ha sido la aprobación de varias plataformas de vacunas basadas en ensayos clínicos aleatorizados y comparados con grupos placebos.
– Cada una de las vacunas en uso hasta el momento, ha demostrado una eficacia sobre el 50 por ciento en evitar COVID sintomático y en un porcentaje superior al 80 por ciento (en cualquier caso), de evitar enfermedad grave y muerte.
El hecho de que algunas vacunas se hayan aprobado en dos dosis (la mayoría) o una dosis y en un determinado rango de edad, ha sido el resultado de esos ensayos clínicos. Sin embargo, estudios posteriores muestran como la respuesta inmune basada en titulación de anticuerpos tiende a declinar tanto supervivientes de la enfermedad como en vacunados. (https://www.nature.com/articles/s41467-021-21111-9) lo que plantea la posibilidad del refuerzo inmunológico.
– Si bien la inmunidad celular juega un rol importante a la hora de cómo un organismo se recupera de una determinada infección, también es cierto que los anticuerpos neutralizantes juegan un rol estelar en impedir la entrada del virus a la célula y por tanto, la infección.
– La información sobre seguimiento a vacunados y las respuestas particulares a las variantes, han hecho evidente desde hace meses la posibilidad de necesitar dosis de refuerzo. La decisión de combinar las distintas plataformas de vacuna también se ha discutido en diferentes escenarios.
Como es bien conocido, las variantes tienen la capacidad de diseminarse globalmente. Un reporte reciente muestra una reducción de la respuesta serológica neutralizante de los anticuerpos inducidos por la vacuna inactivada ante la variante Beta (ver https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2103022) y es bien conocida la reducida respuesta de la vacuna basada en vector viral ante esta misma variante (https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2102214) por lo tanto un refuerzo con una vacuna basada en ARNm si bien no tiene evidencia suficiente, puede ser una medida protectora de alto impacto ante una penetración importante de dicha variable a nivel nacional.
– Aunque escasos, se han empezado a conocer los resultados de estudios de combinación de vacunas donde se pone de manifiesto una respuesta inmune robusta en la producción de anticuerpos en los grupos a los que se les aplicó una combinación de vacunas al compararlos con controles así como la inmunidad celular basada en ensayos con interferón (ver por ejemplo, estudio en España de Borobia et al, https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0 140-6736(21)01420-3/fulltext y datos preliminares de Shaw et al en Reino Unido
Considerando que las vacunas que se están aplicando actualmente en el país han mostrado un balance positivo en cuanto a seguridad, no nos oponemos a una dosis de refuerzo siempre y cuando se hagan con un seguimiento epidemiológico, se informe a la comunidad médica y al pueblo dominicano en general, los resultados de dichos estudios de seguimiento, idealmente, semana a semana.
– Si bien consideramos importante el refuerzo, más importante aún, es aumentar la base de ciudadanos que hayan completado su segunda dosis de vacuna ya que, al día de hoy, menos de tres millones de dominicanos se han aplicado la segunda dosis.
– Hay que asegurar que la gran mayoría de la población objetivo haya completado las segundas dosis, antes de destinar vacunas adicionales a los refuerzos.
Dra. Clevy Pérez, Presidenta
Dra. Talia Flores
Secretaria
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