Mi observatorio
Sigue campante el salvajismo haitiano sin que a la comunidad internacional le importe bledo, principalmente a Estados Unidos, Canadá y Francia, quienes se han hecho de la vista gorda en la búsqueda de solución a los problemas de la empobrecida nación.
Haití se ha convertido en todo un desorden, donde las bandas armadas han hecho de esa nación un lugar invivible, donde sus nacionales tratan de salir hacia otros lugares a como dé lugar en busca de mejor vida y eso prácticamente no le importa a las naciones ricas.
Por eso la presión a la República Dominicana cuando todo el mundo sabe que no podemos cargar con ese muerto tan pesado cuya estabilidad debe ser una responsabilidad de todos, principalmente Estados Unidos, Canadá y Francia, que han sido los mayores beneficiados de la inestabilidad haitiana.
Mientras el hacha va y viene las incontrolables bandas armadas prosiguen sus ataques en la llanura Cul de Sac, al norte de la capital haitiana, que ya provocaron al menos cinco muertes, según denunciaron angustiados y tímidos residentes del lugar.
En los últimos días integrantes de pandillas irrumpieron en Corail, Jérusalem y Onaville, saquearon e incendiaron casas y obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares.
Testigos denunciaron que los ataques comenzaron la semana pasada y los hombres armados intentan identificar las viviendas de los policías para prenderles fuego.
La situación empeoró desde el domingo cuando la policía que frenaba las acciones de las bandas se retiró, deploraron algunos residentes. Además, el transporte público, escuelas y los principales servicios son disfuncionales.
En abril y mayo del pasado año, las hostilidades en la región dejaron unos 200 fallecidos cuando las pandillas 400 Mawozo y Chen Mechan se enfrentaron por el control de los territorios de la llanura de Cul de Sac.
Un informe de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos deploró que durante el periodo quemaron 87 viviendas, mientras 158 niños tuvieron que albergarse en orfelinatos tras la muerte de sus progenitores.
También en 2022 los conflictos entre bandas en la zona de Cité Soleil provocaron más de 300 muertes y decenas de miles de desplazados.
El primer ministro haitiano Ariel Henry, alentó a los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños a participar en una fuerza multinacional especializada solicitada por Haití para ayudar a la policía a combatir el crimen organizado, tráfico ilícito de armas y municiones, y erradicar las bandas que han tomado como rehén al país.
Se estima que unos 200 grupos criminales operan sin control en el territorio, la mayoría en la capital y sus inmediaciones llevando.
El presidente Luis Abinader ha sido bien claro, la República Dominicana no puede cargar con el problema haitiano y ha instado en todos los foros internacionales donde se ha presentado a las naciones ricas interesarse por la búsqueda de soluciones a la situación de esa nación.
El más reciente llamado de auxilio a Haití lo hizo al participar en la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que acaba de finalizar en Argentina.
Abinader lamentó que no se haya hecho nada ante el llamado del gobierno haitiano pidiendo auxilio a la comunidad internacional. También se refirió a la responsabilidad que tiene la CELAC de defender la soberanía de los pueblos y su integración regional.
Durante su estadía en el país suramericano, conversó con sus homólogos Lula Da Silva, de Brasil; Gustavo Petro, de Colombia; Luis Lacalle, Pou, Uruguay; Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Miguel Díaz Canel, de Cuba, asi como con el exsenador de Estados Unidos Christopher Dodd, enviado de las Naciones Unidas ante la CELAC.
Abinader invitó a los presidentes y sus representantes a que asistan a la XXVIII Cumbre Iberoamericana, de jefes de Estados y de Gobiernos, que tendrá lugar en marzo en República Dominicana.
(El autor es periodista residente en Monte Plata, República Dominicana).
ld.santamaria52@gmail.com
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