Por Fernando Buitrago
La competencia electoral ha permitido a Omar Fernández catapultarse, dejando a la mezquindad y la mediocridad la única opción de vincularlo con su padre.
Es claro, sí, que su padre permitió abrir el camino para que un día la República Dominicana comience su camino al desarrollo, que dejó abiertas las ventanas a la corrupción y la impunidad, que la corrupción llegó además, quien sabe, a las puertas de su despacho, que perdió la oportunidad de librar la Liberación prometida y durante sus períodos, si bien es cierto que se incrementó la cantidad de 4×4 y carreteras que simulan desarrollo, es cierto además que se inundó el país de motochonchos, presos del no avance, jóvenes que no pudieron entender qué es progresar.
Pero este mea culpa pendiente de Leonel no tiene por qué asumirlos su hijo que, claro, por haber nacido en el «ejercicio del poder familiar» seguro, pasó 0 trabajos para educarse y ahora le toca «bajar al mundo real» que dista mucho de ser un New York chiquito.
Para competir contra Omar, los mismos desorientados socavaron la figura de quien sí, seguro, le habría dado trabajo derrotar pero igual, la mezquindad y la mediocridad de saberle «presidenciable» se empeñó en troncharle su camino e igual, lo impulsaron a nivel nacional.
Omar ya ganó, han tenido que empeñar el poder absoluto para vender un ente invendible que cada vez es visto como atraso y oportunista, un trago difícil para el presidente Luis Abinader de quien seguro, él no era el candidato.
El contexto ha permitido lanzar a Omar, quien tuvo incluso, un pobre desempeño como diputado, hasta el punto que a la hora de abandonar su curul nadie lo extrañará, sin embargo, el contexto político, los errores de la oposición, la incertidumbre y la venta de que el poder absoluto van a por el diputado e hijo del ex-presidente, le ha servido para vender un perfil que de otra forma, habría sido muy costoso vender.
Ya Omar ganó, independientemente de quién ocupe el puesto de senador a partir de las próximas elecciones.
@Fdo_Buitrago
(El autor reside en Santo Domingo, República Dominicana).