Por Fernando Buitrago
En un match es importante mantener ecuanimidad, humor, poseer concentración, empatía y sobre todo, centrarse en los temas.
Luis era el único que de vez en cuando regalaba una sonrisa e incluso, se burló de si mismo con lo de «tayota», o diciendo que los invitaría a cenar.
Leonel parecía estar demasiado empeñado en que no se le viera minimizado y Abel confundió el pódium de debate con el de discursos.
En la despedida, Luis no mencionó que todos los problemas que se intentan arreglar ahora son hijos del PLD (incluido Leonel), sin embargo, sus contendientes empeñaron parte de ese segmento en atacar al gobierno.
Al final, estos realty shows, puestas en escena para vender ranking, no paren m+s conocimientos de los ciudadanos sobre los que tienen cada gobernante sino que se concluye cual es el mejor en un escenario mediático o peor, mejor actor.
Leonel nunca, localmente, se había enfrentado a tener que competir contra otras opiniones y Luis posee la capacidad de saber manejarse en el escenario, no dejándose provocar, buscando los llamados «bajaderos» si el escenario le es desfavorable.
Las redes preguntan «quién ganó», no «quién tiene mejor propuesta» y menos, de qué hablaron, porque los debates no son mas que una falsa competencia donde ponen a los políticos de actores y al publico a seleccionar quién le fue más simpático, una votación de popularidad, como un evento de canto.
@Fdo_Buitrago
(El autor reside en Santo Domingo, República Dominicana).