Por Emilia Santos Frías
santosemili@gmail.com
Nos encontramos recorriendo la Semana Santa o Semana Mayor, como es conocida en el mundo cristiano, época de cada año en que se conmemora la Pasión de Cristo: la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y la resurrección de Jesús de Nazaret.
Es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas, que este año 2020, lo viviremos virtualmente, no presencial. Da comienzo el viernes de dolores en algunos países, o en otros el Domingo de Ramos, y finaliza el Domingo de Resurrección.
Penosamente la estamos pasando de una manera diferente, matizada por el desasosiego fruto de la pandemia que se ha apoderado del mundo: el coronavirus, SARS-CoV-2 o COVID-19.
Sin embargo, pese a esta gran aflicción, hemos podido identificar a los grandes héroes y heroínas del momento, que por la labor que desarrollan tienen que salir cada día de sus hogares, dejando a sus familias, para extender sus manos y socorrer al enfermo, aunque esto implique exponerse a contagiarse.
Me refiero al personal médico, de enfermería y otro personal de salud, así como, periodistas, pastores, sacerdotes, voluntarios, estos últimos hacen una labor altruista; el personal militar, entre otros. De igual forma, a los dependientes, comerciantes, despachadores, cajeros, costureros, representantes de estaciones bancarias, farmacias y todos los involucrados en gestionar que los alimentos, uniformes e insumos médicos lleguen a la población.
¡A ellas y a ellos, nuestras loas, por ser los superhéroes del socorro!.
Gracias a estas personas quienes acuden a centros de salud reciben atenciones; la población se mantiene informada minuto a minuto, orientada con cada medida de precaución; el comportamiento de la pandemia; prevención y recordatorio de las campañas informativas: Quédate en casa; la prevención al covid-19, empieza contigo, y contra el coronavirus el héroe eres tú, entre otras. Además de las orientaciones espirituales, emitidas por pastores y sacerdotes.
Como ocurre en estos casos las y los periodistas juegan su importante papel de orientadores; informan y conmueven, en cada historia contada, al tiempo que, nos entretienen ligeramente, para disipar el dolor.
Los medios de comunicación y las redes sociales son protagonistas de las buenas nuevas, aunque a través de éstas, también se ha desinformado mediante noticias falsas o fake news, las que no solo fomentan rumores, crean grandes alarmas, sino que, contribuyen a romper el distanciamiento social, que se vive hoy, en nuestros estados de emergencia.
Nuestros superhéroes están librando esta batalla, emulando mínimamente las enseñanzas de Jesús: Dios y hombre; David, Ruth, Job, Elías, Moisés y otros grandes mentores de nuestra historia cristiana.
«En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros», dice La Biblia en 1 de Juan capítulo 3, versículo16. Mantengamos presente este hecho para seguir sirviendo a nuestros semejantes, desde la sensatez.
El boletín 19 del Ministerio de Salud Publica contaba ayer, que tenemos más de mil 956 casos de contagios, de los cuales 55 corresponden a médicos, en su mayoría mujeres. Sus casos aparecieron desde el primer brote de la pandemia en nuestro país. Hoy lastimosamente, tenemos más de 98 fallecidos.
El Colegio Dominicano de Periodistas, contrasta la cifra de comunicadores sociales y sus familiares contagiados; algunos ya fallecidos. Lo mismo ocurre en las filas militares, esos profesionales y alistados, han encontrado la enfermedad sirviendo a su país. Encomio para ellos!.
El mundo está en estado de emergencia, por lo que, es necesario que nos acojamos a las recomendaciones de las autoridades, respetando el distanciamiento social y el toque de queda, para no contagiarnos.
Aprovechemos para ser solidarios con quienes no tienen alimentos, agua potable o acceso a servicios de salud, si podemos ayudar no dejemos de hacerlo. Esta cuarentena pasará, Dios no abandona a su pueblo. Mientras tanto, sigamos apreciando todo lo valioso que tenemos, comenzando por la vida y la familia: «lo que no se compra, lo que es gratis», como diría el apreciado psicólogo y abogado, Dr. Darío Nín.
Muchas son las tesis que nos surgen en este tiempo de ocio, acerca del origen del covid-19, sobre todo cuando fueron identificados, científicos y hasta gobernantes mundiales, que hablaron acerca de la posible aparición de una gripe pandémica: » que el mundo no estaría preparado para prevenir o curar».
Muchos hablan incluso de una tercera guerra mundial: «una guerra sin balas», pero por nuestra paz espiritual no nos concentremos en eso, más sigamos exhibiendo medidas de prevención, resguardados en nuestras casas, desde allí fomentando amor a nuestros semejantes y miramiento ante la enfermedad, al tiempo que seguimos aplaudiendo la entrega y el tesón conque las heroínas y los héroes de esta pandemia están realizado sus labores, a ellas, a ellos, gracias.
(La autora es educadora, periodista, abogada y locutora, residente en Santo Domingo).
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