Santo Domingo (República Dominicana).- El estado de emergencia en que viven los dominicanos por la sindemia del COVID-19 dejó estragos económicos altos en las personas VIH positivo.
A esa conclusión se llegó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA) tras el análisis de los datos de la “Segunda Encuesta Rápida de Necesidades de las Personas que Viven con VIH (PVVIH) ante la pandemia por COVID-19 en la República Dominicana”.
Bethania Betances, directora de ONUSIDA en el país, reveló que el 85 % de las personas VIH positivo que participaron en la investigación sufre la disminución de sus ingresos económicos en forma drástica.
Detalló que el 45 % de los encuestados expresó que la reducción de sus ingresos supera el 50 %, mientras que para el 21 % de participantes se redujo entre 25 % y 50 %, y para el 24 % la disminución fue inferior al 25 %.
Indicó que, al momento de la encuesta en línea, realizada en junio de 2020, el 46 % de entrevistados estaba desempleado o era estudiante, en tanto que el 21 % trabajaba en el sector privado.
En tanto, el 15 % en el sector informal, el 9 % en el sector público, el 5 % se dedicaba al trabajo doméstico, un 2 % al trabajo sexual, y otro 2 % desarrollaba labores de obreros, agricultores o estaban jubilados.
Al momento de la encuesta, el 38 % de las personas haitianas y sus descendientes estaban desempleadas o eran estudiantes. De los que trabajaban, el 1 % lo hacía en el sector público y el 16% en el privado, mientras que un 21 % laboraba en el sector informal”, subrayó.
Según los datos, la población haitiana también presentó porcentajes más altos de ocupación en trabajos domésticos, dado que el 14 % se desempeñaba en ese tipo de labores, y un 9 % como obreros.
Betances dijo que en el estudio se priorizaron las poblaciones clave de la Respuesta Nacional al VIH, por el impacto que tienen la epidemia del Sida y la pandemia COVID-19 en esos grupos poblacionales.
“Es por ello que, el 38 % de encuestados pertenecen a poblaciones de Hombres que Tienen Sexo con Hombres (HSH), 19 % a Trabajadoras Sexuales (TRSX), 14 % a migrantes haitianos y sus descendientes, 11 % a Usuarios de Drogas (UD), 9 % a transgénero femenina, 2 % a personas con discapacidad y otro 2 % a personas privadas de libertad”, explicó.
En relación con la nacionalidad, el 80.9 % estuvo representado por personas que viven con VIH de origen dominicano, seguida por un 14 % de migrantes y descendientes haitianos, 4.6% de personas de origen venezolano, y0.5% de otras nacionalidades, tales como bahameños, colombianos y cubanos, expresó la funcionaria de Naciones Unidas.
Del total de participantes en la encuesta, 12.5 % carece de documentación o se encuentra en situación irregular en el país, siendo los venezolanos los más afectados, ya que el 70 % no ha regularizado su condición migratoria, seguidos de los haitianos y sus descendientes, con un 47 %, mientras que el 3% de dominicanos dijo no poseer actas de nacimiento, puntualizó.
Servicios de salud y violencia en tiempos de COVID-19
En lo que se refiere a la atención al VIH durante la COVID-19, Betances destacó que el 22 % reportó tener las células CD4 por encima de 500 y que el 5 % nunca se ha hecho la prueba, mientras que el 91 %dijoestar tomando Medicamentos Antirretrovirales (ARV), el 5 % lo había abandonado, el 4 % nunca había iniciado su uso.
Resaltó que el 69 % reportó contar con medicamentos para tres meses o más, recibidos de los Servicios de Atención Integral (SAIS).
Acerca de las condiciones de los servicios disponibles para evitar la interrupción de los tratamientos con ARV, la encuesta subrayó que los participantes expresaron la necesidad de mejorar la confidencialidad, ampliar los horarios de atención en las SIAS, así como recibir apoyo nutricional y de transporte.
Otro dato relevante es que el 16 % de las personas que viven con VIH reportó haber sufrido algún tipo de violencia y el 53 % dijo sentir que pudiera ser violentado.
Representación por género, edad y provincia
El 51 % de participantes en la encuesta dijo pertenecer al género masculino, 39 % al femenino, 9 % a personas transgénero femenina o mujer trans, y 1 % a personas transgénero masculino u hombre trans.
El 78 % de participantes tenía entre 25 y 49; el 11 % de 20 a 24 años; el 8 % eran mayores de 50 años, y el 3 % tenía 19 años o menos.
Estuvieron representadas 28 de las 32 provincias del país, ya que Pedernales, Independencia, Dajabón y San José de Ocoa no fueron incluidas.
El 51 % de la muestra estuvo constituida por residentes del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
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