Un gran acontecimiento y una gloriosa efeméride, ambos de grata significación para el pueblo dominicano, están pautados para este domingo 16. El evento es la instalación de un Gobierno elegido el 5 de julio pasado y lo otro la conmemoración de la Restauración de la Independencia Nacional, una fiesta patria.
Restaurar significa recuperar o recobrar. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía. El sustantivo restauración es la acción y efecto de restaurar. El 16 de agosto de 1863 el pueblo dominicano echó un grito de guerra contra la dominación española, en pro de restaurar nuestra independencia.
República Dominicana proclamó su emancipación el 27 de febrero de 1844, pero por decisión de un “inconsulto caudillo” ese logro había sido estropeado en 1861 y el país volvió a ser colonia del imperio español. Este domingo se conmemora el 157 aniversario del inicio de esa gesta memorable, la cual culminó en 1865.
El próximo domingo, los dominicanos escalarán un significativo paso hacia la restauración de la democracia. Asumen el presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña, además de un Congreso Nacional renovado, con amplia representación partidaria y de sectores de clase, del cual se sabe que no será una marioneta del Poder Ejecutivo.
Abinader tiene la gran responsabilidad de restaurar la confianza de los dominicanos en sus líderes y gobernantes. Por igual, restaurar la democracia, menoscabada por un pretendido caudillo, que ensayaba para conseguir la condición de dictador e incluso, gobernar a través de un monigote que él inventara como candidato presidencial.
Compete al Gobierno que inicia el 16 de agosto restaurar, ante todo, la salud -física y mental- del pueblo, devastada por la pandemia covid-19, ante la cual la l gestión que termina solo actuó para hacer negocios, contar muertos y buscar ganancia política. Hoy tenemos pocas camas e incapacidad para realizar las pruebas PCR.
Al presidente Abinader corresponde restaurar la economía, paralizada por los estragos del coronavirus y arrasada por el despiadado saqueo de los bienes públicos infligido por los gobiernos del PLD. Ellos se van muy ricos y dejan el Estado en situación lastimera. La sociedad espera verlos responder ante fiscales dignos y competentes.
Abinader asume el Gobierno en las peores circunstancias. El pueblo ha confiado en él y en su partido (Partido Revolucionario Moderno) para otorgarle la responsabilidad de gobernar la República Dominicana en este momento crucial. Lo que espera el pueblo de su Gobierno es la restauración integral de la vida dominicana. Así debe ser.
rafaelperaltar@gmail.com
Comentarios sobre post