Por Jhonny Trinidad
A más de siete meses de la «supuesta» renuncia de José Sánchez de la dirección del Instituto Tecnológico Superior Comunitario (ITSC), de San Luis, el presidente Luis Abinader no ha nombrado a nadie para sustituirlo ni ha emitido un decreto para desvincularlo.
Debido a que el «Comunity College de San Luis», como también es conocido el lugar, está acéfalo desde marzo pasado, cuando la presión social obligó a Sánchez a renunciar del puesto para que haga frente a las acusaciones de corrupción y abuso sexual que pesan en su contra, todos los programas de capacitación han sido suspendidos.
La crisis y el casi «inminente» colapso del ITSC ha generado preocupación entre las familias de escasos recursos, no solo de Santo Domingo Este, sino también de otras demarcaciones de la periferia, como Bayaguana, Yamasá y hasta Hato Mayor, que envían a sus jóvenes a capacitarse en ese centro.
Las autoridades también deben explicar por qué si Sánchez supuestamente se apartó del cargo, sigue cobrando y dirigiendo el lugar «por debajo», como si en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) o en ningún otro no hubiera nadie en capacidad de asumir esa responsabilidad.
Resulta extraño y mueve a suspicacia lo difícil que ha resultado nombrar un sustituto de un señor cuyo único mérito en su página de vida es haber dirigido en Santo Domingo Este la campaña de Luis Abinader cuando era candidato presidencial.
Además, Sánchez no está capacitado para dirigir ninguna institución, y menos una de educación superior, como el ITSC, contrario a, por ejemplo, Víctor Hugo Deláncer, destacado profesor universitario y un verdadero especialista en esa área.
Como Deláncer hay cientos en el PRM, PLD, PRD, PRSC, no importa. Lo que si importa es que Abinader evite el colapso del ITSC, oficialice con un decreto la destitución de Sánchez y nombre en su lugar a un «verdadero» gerente, especialista en educación superior, no importa en qué partido milite ni la religión que profese. La comunidad lo exige, y eso no debe pasar del 16 de agosto.
jhonnyt2.5@hotmail.com
(El autor es periodista residente en Nueva York).
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