A Pleno Sol
La iglesia inicia el año 2024 en medio de llamamientos y denuncias en torno a la crisis política, social y económica que vive la sociedad dominicana. Es necesario que los católicos y los evangélicos den un paso al frente y se preocupen por la suerte del pueblo pobre.
La sociedad dominicana es eminentemente religiosa, no importa de cual denominación se es feligrés, por lo que los señalamientos de los pastores y obispos son de tomar en cuenta. Lo malo, es cuando el templo da la espalda a las crisis terrenales. En los países con desarrollo en ascenso, como la República Dominicana, la fe tiene que lidiar con problemas del diario vivir en la tierra.
Una de las preocupaciones básicos de los obispos de la iglesia católica es la forma en que los partidos políticos van a realizar la campaña electoral, que ya se viene encima. Hay que hacer llamados a que el torneo para escoger a las nuevas autoridades se ejecute en medio del respeto y la concertación.
Las iglesias pueden ayudar a fijar normas de paz, de concertación, de diálogo entre los principales partidos nacionales, y de esa forma garantizar unas elecciones sin traumas, donde el pueblo escoja a su plena conciencia a sus gobernantes.
Tiene que evitarse la violencia en la campaña electoral, y para ello hay que fortalecer a la Junta Central Electoral, para que tenga la debida autoridad, y pueda hacer llamados para evitar desde la guerra sucia política, hasta la compra de militantes.
Es imposible que haya democracia, si los partidos políticos, los empresarios, y el gobierno, no toman en cuenta el factor humano de los que sufren los problemas del diario vivir, pero que no tienen medios propios para aportar soluciones.
Están en el buen camino los religiosos cuando demandan mejoras en los problemas nacionales, que van desde la educación, la seguridad, la energía eléctrica, la carga impositiva y la salud.
Para ser realistas, solucionarlos de golpe y porrazo es imposible, y para llegar a conclusiones satisfactoria se debe dar un consenso de toda la sociedad. El empresariado debe ser un agente de cambios e integrarse a buscar soluciones a los problemas vitales de la República Dominicana. El capital no puede ser indiferente frente a los problemas de índole social.
Los religiosos caminan el tramo primario del año 2024 entrando de lleno con pronunciamientos sobre los males sociales, y los planteamientos de la campaña que se inicia, Deben mantener la imparcialidad y levantar la bandera de que la paz y la comida deben llegar a cada hogar dominicano. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).