A Pleno Sol
El gobierno tiene un deber ineludible de avanzar las relaciones económicas con todos los países del mundo. No es un trago fácil. El país es libre y soberano, pero para nadie es un secreto la fuerza real y el dominio que tienen los Estados Unidos en su área de influencias.
La acción más trascendental será en torno a cómo se van a dirimir los asuntos económicos con China. Lo más importante es que ya hay relaciones diplomáticas, por lo que solo debe haber una razón de Estado para ampliar el comercio.
China puede ser una tabla de salvación para la economía dominicana. Es un gran comprador, desde metales hasta comestibles, y de su parte, es uno de los principales mercados mundiales. Es prioritario asegurar este mercado.
Una parte importante de China es su posición turística. Antes de la pandemia, China se presentaba como uno de los polos emergentes del turismo mundial. Las nuevas relaciones salariales y de trabajo en China hacían posible que millones salieran de vacaciones.
Es de esperar que tan pronto se dé un control mundial de la pandemia, los chinos vuelvan a ser una de las atracciones del turismo mundial. Los chinos están muy avanzados en la industria, la manufactura, las grandes construcciones, y comienzan a incursionar en los auto-motores.
Ya es conocido que los orientales tienen una posición líder en lo que se refiere a la informática en general. Es cuestión de saber hacer los amarres para que el país se beneficie de ese libre intercambio con China. Ya sobre la posición de los Estados Unidos, claro está que se transitará por terreno enjabonado.
Pero la República Dominicana es libre e independiente por lo que puede ampliar su intercambio comercial con todos los países del mundo. En ocasiones, para ser realistas, impera la fuerza imperial de los norteamericanos, que en las naciones sub-desarrolladas siempre tienen la última palabra.
Miles de chinos viven en la República Dominicana, siendo una de las colonias más próspera y organizada. Con discreción sus negocios son sólidos, desde el área de los supermercados, la comida rápida, la venta de artículos diversos y los hoteles populares.
Los chinos hoy tratan de ser la primera potencia económica del mundo. Hace años dejaron de exportar la revolución, y ahora buscan hacer socios comerciales. Es una buena opción para el libre intercambio de los empresarios orientales y los dominicanos. Es una necesidad, ampliar el intercambio con ese mercado. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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