Por José Zabala
New York: La República Dominicana enfrenta un escenario desafiante que requiere de una reforma fiscal integral, orientada al crecimiento y desarrollo sostenible. Con una economía que continúa destacándose en la región y un panorama político y social en constante evolución, el tema impositivo debe abordarse con carácter político, técnico y consensuado, involucrando a todos los sectores de la sociedad.
Impacto en la Canasta Familiar y Perspectiva Política
El impacto en la canasta familiar es una de las áreas más críticas de la futura reforma fiscal. Este tema no debe ser considerado como un arma política, sino tratado como un asunto de seguridad nacional respaldado por todos los sectores. La implementación de impuestos que afecten directamente los productos básicos de consumo genera un delicado balance entre las necesidades fiscales del Estado y el bienestar de los ciudadanos.
Según el economista, «tocar la canasta familiar sin un enfoque bien planificado en los productos básicos de consumo podría derivar en descontento social y afectar la estabilidad política del país. Una reforma fiscal debe enfocarse en equilibrar el impacto social y la sostenibilidad financiera».
Este punto ha generado opiniones divididas entre los dominicanos. María Rodríguez, comerciante de Santo Domingo, comenta: «Entendemos que el país necesita recursos, pero no podemos soportar más impuestos si no vemos una mejora en los servicios básicos. Tiene que haber un diálogo real».
Por su parte, Rafael Peña, un trabajador independiente, agrega: «Es momento de que el Gobierno busque consensos con todos los sectores, incluyendo a la diáspora, que también aporta a la economía del país».
La Urgencia de un Consenso Nacional
El país requiere una reforma fiscal que cuente con el respaldo de los sectores económicos y sociales. Expertos sugieren que esta reforma debe ser transparente y participativa, asegurando que los nuevos ingresos sean destinados a áreas críticas como educación, salud e infraestructura. Además, es esencial que los organismos internacionales y los países aliados contribuyan con asesoría técnica y recomendaciones para garantizar un manejo eficiente de los recursos.
«El equilibrio en la balanza de pagos es fundamental para sostener la confianza de los prestatarios internacionales. La República Dominicana debe mostrar una planificación clara y un compromiso con el crecimiento sostenible», enfatiza el experto.
Inversiones en Agricultura y Producción Nacional y su Impacto en la Reforma Fiscal
La República Dominicana recibió más de 11 millones de visitantes en 2024, mientras enfrenta un incremento migratorio que duplica la demanda de consumo en relación con sus 10 millones de dominicanos residentes. Esto amerita una evaluación de la demanda nacional y de las importaciones, priorizando una planificación sólida para fortalecer la producción nacional. La agricultura y el sector productivo necesitan ser pilares fundamentales en esta estrategia de desarrollo.
Incrementar las inversiones en estos sectores permitirá satisfacer la demanda creciente de consumo generada por un país que no solo recibe más visitantes internacionales, sino que enfrenta un aumento en el flujo migratorio. «Si no se toman medidas para fortalecer la producción nacional, corremos el riesgo de depender más de las importaciones, lo que afectaría la estabilidad de la balanza comercial y la economía en general», señala el experto.
El Desafío del 2025
El crecimiento económico proyectado para el 2025 estará condicionado por las decisiones que se tomen en el corto plazo. Una reforma fiscal bien estructurada y respaldada por un consenso nacional no solo garantizará recursos suficientes para enfrentar los retos actuales, sino que también cimentará las bases para un desarrollo sostenible.
Dominicano como Juan Estrella, residente en Nueva York, expresan su preocupación: «Desde el exterior vemos que el país tiene potencial, pero es necesario que las autoridades planifiquen mejor y trabajen unidos. Una reforma fiscal mal hecha puede ser un retroceso en lugar de un avance».
La República Dominicana tiene una oportunidad única de transformar sus desafíos en oportunidades. Una reforma fiscal basada en el consenso, la transparencia y la inclusión será clave para el futuro económico y social del país.
Impuestos Internos: Anticipos Fiscales, Estructura y Modernización
El diseño de la reforma fiscal debe incluir una revisión profunda de la estructura de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), enfocándose en su modernización e inclusión de todos los sectores productivos, desde la clase trabajadora informal hasta las grandes empresas privadas y gubernamentales.
Es fundamental evaluar los anticipos fiscales, un tema que genera cargas desproporcionadas a muchos sectores, y garantizar que los ajustes impositivos no afecten desproporcionadamente a las pequeñas y medianas empresas. Un sistema más inclusivo y equitativo permitirá una mayor captación de recursos y un impacto positivo en la economía general del país.
La República Dominicana debe priorizar un enfoque integral que contemple no solo la recaudación, sino también la distribución eficiente de los recursos, sentando las bases para un desarrollo económico más justo y sostenible.
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(El autor es creador de contenido residente en República Dominicana).