A Pleno Sol
La ampliación de una política de pleno empleo es una necesidad nacional. No importa que se esté en campaña y que la acción pueda ser utilizada para fines reeleccionista, la creación de la política de guerra al desempleo debe seguir.
Cuando hay descuido en agilizar nuevas plazas ocupacionales, se deja a una población excluida al borde de la miseria. La desesperación social es peligrosa. En el panorama actual lleva a que los jóvenes se inclinen por la ruta de la delincuencia.
De hecho, las estadísticas para América Latina señalan que los soldados del crimen organizado, y desorganizado, salen de los barrios marginados, y su desesperación al no conseguir la subsistencia diaria, los lleva a delinquir.
En el tiempo que falta para las elecciones, el presidente Abinader no puede parar la política de creación de nuevos empleos. Desde luego, hoy el mayor empleador es el sector privado, en especial la agro-industria, el turismo y el área comercial.
Al gobierno, en una política de libertad comercial, le toca sentar las bases estructurales de garantías para los inversionistas, y estos son los que tienen que disponer de los recursos que son necesarios para adelantar programas de desarrollo.
Bajo ningún concepto las elecciones pueden ser una barrera para que los programas de mejoría social se estanquen. La oposición debe determinar con bisturí de cirujanos, cuando hay política reeleccionista y al tiempo en que se trabaja en función de Estado.
Asimismo, se deben sentar las bases de la continuidad del Estado. No es posible que cada cuatro años, al llegar un nuevo presidente, se eche a la basura lo que vio el anterior y a comenzar de nuevo. El dinero que se invierte en obras públicas es del pueblo. Las obras que inicia un gobierno, la debe continuar el que le siga.
Paralelo a la política de generación de nuevos empleos, está facilitar créditos blandos a los llamados emprendedores, que son pequeños comerciantes que carecen de recursos y de garantías para poder buscar un préstamo y establecer sus negocios.
Hay que fomentar a los pequeños productores, porque eso aligera la necesidad del empleo y permite subsistir a áreas muy ligadas al sistema familiar. Por igual, hay que tener un punto de encuentro con los chiriperos y buhoneros, que también trabajan en las calles.
Un salto adelante para mejorar la economía no se puede detener por la campaña electoral. Eso si, vigilancia extrema para que no se utilice con fines reeleccionista. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).