A Pleno Sol
Cuando se habla de reelección, hay que ver que muchos de los participantes en la política-partidista tienen doble cara. Si a un político la reelección le favorece, la acepta, y si no, la rechaza.
Al tratar de de reelección, regularmente se busca la situación por la presidencia, pero no solo ahí es que se encuentra el continuismo. Está en el tuétano de la vida nacional. Le toca ahora a la Junta Central Electoral –JCE-
La Constitución prohíbe la segunda reelección presidencial. Tiene que originarse un cambio de juego con una modificación constitucional, para que un presidente vaya más de dos períodos.
Eso es a nivel presidencial, pero en los cuadros profesionales, los sindicatos, las juntas de vecinos y los clubes culturales y deportivos, todos buscan la reelección.
La presidencia o la secretaría general de cualquier institución u asociación popular es codiciada, porque emite poder, e importantiza al que tiene el cargo. Nadie lo quiere soltar y se busca por todos los medios eternizarse en el poder.
Llama la atención que ahora los miembros de la JCE, en su mayoría, están buscando quedarse en el cargo. Quieren su reelección, y ya sometieron su propuesta al Congreso Nacional.
La experiencia indica que nadie que esté en un puesto, trata de buscar la reelección sino cuenta con firmes aliados que le apoyen y le dan su voto. Queda esperar que los padrinos saquen la cabeza en el Senado y la Cámara de Diputados.
Por infortunios, siempre los jueces electorales deben contar con el apoyo de una parrilla política para echar para adelante. No quiere decir que estén parcializados, pero si el empujón para conseguir la posición se lo tiene que dar un partido político, la sociedad civil o las universidades.
El presidente y algunos de los encargados de la JCE tienen que contar con el voto favorable de los que les impulsaron a ser escogidos hace alrededor de cuatro años. Hay ahora un nuevo proceso de selección, donde no se sabe hacia dónde va el triunfo.
Si pasamos revista, los actuales miembros de la JCE hicieron un buen trabajo. Mantuvieron cierta independencia de criterios, y les tocó encabezar la organización en un proceso cuyos resultados fueron dados a conocer a solo horas de cerrar los colegios.
Motivaciones políticas sobre irregularidades no empañan la hoja de servicios de los jueces electorales. Podrían bien encajar en una reelección. Sin embargo, es preferible tener nuevos jueces, con una nueva visión y agradecerle a los actuales su dedicación a la democracia.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).