Por Dionicio Hernández Leonardo
Santo Domingo (República Dominicana).- Un día como hoy, 6 de febrero de 1916, murió, a los 49 años de edad, Rubén Darío en León, Nicaragua.
Su nombre de pila es Félix Rubén García Sarmiento. Fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, considerado el máximo representante del modernismo de la literatura en lengua española; muchos escritores lo bautizaron como el “príncipe de las letras castellanas”.
Conforme a la crítica literaria, las mejores obras de Rubén Darío son: 1) Azul (1888); y 2) Prosas profanas y otros poemas (1896). El gran aporte de Rubén Darío a la literatura está en la influencia que tuvo en el desarrollo y auge de la poesía en su época.
Recibió la admiración y el reconocimiento de poetas del más alto nivel, como fueron los casos de Federico García Lorca, Octavio Paz y Pablo Neruda. Fue amigo de los grandes literatos dominicanos de su época, entre ellos: Fabio Fiallo, Max Henríquez Ureña, Tulio Manuel Cestero y Ricardo Pérez Alfonseca.
Termino esta nota con un pensamiento de Rubén Darío: “Un buen libro es el mejor de los amigos, lo mismo hoy que siempre”.
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