Por Manuel de Jesús Linares Jiménez
Ahora pasamos al capítulo IV, SECTOR FISCAL, del informe del Banco Central de la República Dominicana, correspondiente al lapso enero-junio 2023, que se encuentra en la página 32 y que concluye en la 35.
De inmediato nos topamos, en la misma página 32, con una mala noticia. ¿Cuál? Mírela aquí: “Las operaciones del Gobierno central registraron un endeudamiento neto de RD$25,043.5 millones, equivalente a 0.4 % del PIB estimado para el año”. (Comillas, cursiva y el subrayado son nuestros).
¿Dónde está el cambio? En ningún lugar. El gobierno patronal de Abinader sigue el mismo patrón de todos los gobiernos burgueses que hemos tenido, que no es sino gastar el dinero del Estado dominicano, sin planificación alguna, para satisfacer los grandes intereses de las clases sociales propietarias de la República Dominicana y para colmar los intereses egoístas de la politiquería y el clientelismo.
¿De dónde provienen principalmente los ingresos que gasta alegremente el gobierno patronal de Abinader? De las costillas de los obreros y campesinos, que constituyen la mayoría de la población dominicana y que pagan impuestos indirectos como los que afectan el consumo de bienes y servicios. El Banco Central lo admite en la página 32: “Los impuestos correspondientes a enero junio de 2023 fueron de RD$488,164.8 millones, lo que significó un aumento interanual de 11.9 %. El 37.1 % de este monto provino de los impuestos sobre el ingreso, las utilidades y las ganancias de capital, el 1.7 % de los impuestos sobre la propiedad, el 55.5 % de los impuestos sobre los bienes y servicios, y el 5.8 % de los impuestos sobre el comercio y las transacciones internacionales. (Comillas, cursiva y el subrayado son nuestros). En otras palabras, del total recaudado vía impuestos, el 55.5% correspondió a impuestos sobre los bienes y servicios. ¿Dónde está el cambio? En ningún lugar. El gobierno patronal de Abinader no ha cambiado en nada el carácter regresivo de la imposición fiscal dominicana, que es contraria a las clases sociales oprimidas.
Ese gobierno, lo único que sabe hacer es incrementar el gasto corriente del gobierno central, sin importarle la desaceleración que está experimentando el crecimiento de la economía dominicana. En enero-marzo 2023 la tasa de crecimiento del PIB fue de 1.4%, muy inferior al 6.1% y 3.1% de enero-marzo 2022 y enero-marzo 2021 respectivamente. Esta situación debió servirle de indicador respecto a una posible reducción del crecimiento del PIB en enero-junio 2023. En efecto, el PIB creció 1.2% en contraste con la robusta tasa de crecimiento de 5.6% de enero-junio 2022. El crecimiento se desplomó, pero el gobierno patronal de Abinader incrementó el gasto del gobierno central. El Banco Central lo admite en su informe, página 33: “Las erogaciones del Gobierno central pasaron de RD$495,895.5 millones en enero junio de 2022 a RD$575,679.9 millones en el mismo período de 2023, tras un incremento de 16.1 % (RD$79,784.4 millones). En el primer semestre del año, el gasto representó el 91.0 % de las erogaciones, mientras que el 9.0 % restante correspondió a la inversión bruta en activos no financieros”. (Comillas, cursiva y subrayados son nuestros).
A este tipo de gobierno no le importa la planificación, la mesura, el interés de los obreros y campesinos. Su propósito es hacer del PRM un partido grande y dominante. Y esto solamente se puede lograr aumentando la nómina administrativa. Pero también desea continuar en el poder del Estado burgués, ganando la farsa electoral del 2024. El gasto corriente tiene que ser incrementado. En el informe del Banco Central, que estamos discutiendo, se ve claramente lo arriba dicho, específicamente en la página 33. Veamos: “…De manera desagregada, se observa que las remuneraciones a los empleados se incrementaron en RD$12,728.5 millones (10.5 %), el uso de bienes y servicios creció en RD$7,400.6 millones (17.4 %) y el pago de intereses de la deuda pública en RD$15,676.2 millones (18.3 %)…” (Comillas, cursiva y puntos suspensivos son nuestros).
(El autor es profesor jubilado y Ex-Presidente del Consejo Superior de Doctores de la UASD (2019-2022).
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