AJ Cassavell/MLB.com
PEORIA, Arizona — Hace unos cuatro días, Fernando Tatis Jr. dijo que comenzó a sentirse como él mismo otra vez y no solamente saludable — después de que se perdió casi una semana de campamento a finales de febrero mientras lidiaba con un desagradable ataque de gripe — sino con toda su fuerza y capaz de protagonizar sus exhibiciones habituales.
Ya sabes, como por ejemplo devolver una recta de 99.4 millas por hora del as de los Rojos, Hunter Greene, y mandarla de cuadrangular hasta el hueco donde se ubica la cámara de televisión sobre la pared del jardín central.
“Se siente increíble, especialmente al dar por fin mi medio paso mientras corría las bases”, dijo Tatis sobre su característico trote de cuadrangular. “Simplemente me siento bien en todos los sentidos”.
De hecho, el primer bambinazo de Tatis de la primavera fue enormemente impresionante. Nunca ha conectado un jonrón ante un lanzamiento más rápido en la campaña regular ni en la postemporada. Una sola una vez antes había dado un vuelacercas ante un lanzamiento de más de 98 mph, en septiembre pasado contra Kaleb Ort de Houston.
La recta de Greene se quedó en la zona y Tatis se la devolvió a 109.6 mph, según Statcast. Luego vino el trote y el medio paso.
“Me siento muy bien donde estoy ahora mismo”, añadió Tatis. “Me siento bien en el plato, simplemente manteniendo la maceta lista. Simplemente jugando el juego”.
Considerando todo, la ausencia de Tatis al inicio de los juegos primaverales apenas pareciera un parpadeo. Estamos a mediados de marzo y el estelar de San Diego ha vuelto a ser él mismo, bateando .273 con OPS de .930 en la Liga del Cactus.
Lo más importante es que Tatis dice que está completamente recuperado de la reacción de estrés en su pierna derecha que lo obligó a perderse dos meses en verano pasado. A pesar de jugar con esa lesión en la primera parte de la campaña, Tatis fue nombrado para el Juego de Estrellas y terminó el año con una línea ofensiva de .276/.340/.492 y 21 estacazos.
Greene y Tatis salieron del terreno al mismo tiempo cuando terminó su jornada y tuvieron un breve intercambio de palabras.
“Sólo le di una palmada en la espalda”, dijo Greene. “Él me ganó; yo le gané. Simplemente diversión competitiva”.
AJ Cassavell cubre a los Padres para MLB.com
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