Por Arnold Enns
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza y no te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso.” Éxodo 20:4-5
Un ídolo es cualquier cosa que desvía nuestra atención de Dios y la pone en otra cosa. Cuando algo es primero en mi vida que no es Dios, es un ídolo, incluso si es bueno.
Algunas personas estacionan sus ídolos en su garaje y otras lo cargan en forma de teléfono en su bolsillo o cartera.
Es tan fácil enumerar un sin fin de ídolos e imágenes que nos hemos hecho que finalmente nos gobiernan y nos dicen lo que tenemos que hacer.
En Deuteronomio 4:15-16 dice “Por tu propio bien, no cometas pecados al crear cualquier clase de ídolos”. He aquí el problema con los ídolos.
Ídolos te decepcionarán: ¿Alguna vez has comprado algo que prometía ser la “Última Coca Cola en el desierto?”.
Después de haberlo comprado te das cuenta que no lo era porque no llenó las expectativas.
En Jeremías 10:14-15 dice “Los ídolos son una vergüenza para quienes los fabrican. Esos ídolos son un engaño; por supuesto, no tienen vida. No valen nada, son pura fantasía.”
Ídolos te dominarán: Todo lo que te aleja de Dios comenzará a dominar tu vida. Pablo dice esto en 1 Corintios 12:2 “Ustedes saben que cuando todavía no eran creyentes se dejaban arrastrar ciegamente tras los ídolos mudos.”
Hay dos efectos inevitables cuando amas algo más que a Dios. Primero comenzará a “arrastrarte” como una adicción al trabajo, al sexo, a los deportes, a numerosas cosas además del alcohol o las drogas.
Luego dice que serás llevado por mal camino “ciegamente”. Perderás tu perspectiva porque tus ojos ya no estarán enfocados en Dios.
Los ídolos te deformarán: Ídolos te cambiarán y perderás la forma de tu singularidad con la que Dios te formó. En el Salmo 115:8 dice “Y los que hacen ídolos son iguales a ellos, como también todos los que confían en ellos”.
Damos forma a un ídolo y luego el ídolo termina dándonos forma a nosotros. Ya no tendrás la forma con lo que Dios te hizo en primer lugar.
Concepto importante
Cuando pones a Dios primero en tu vida y lo amas primero, Dios dice que experimentarás toda la satisfacción en la vida que has estado buscando en otros lugares.
Dice en el Salmos 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Mira esa promesa. Él dice que si buscas la felicidad en el Señor, no en otras cosas, El te dará el deseo de tu corazón.
Eso es una garantía. No aceptes sustituto. No te conformes con una imagen o ídolo similar a Dios.
En Romanos 10:11 dice “Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.” Dios dice ponme a mí primero, ámame a mí primero, adórame a mí primero y observa si no te doy la satisfacción que siempre has deseado en la vida.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para pedirte perdón por haberte reemplazado con tantas cosas en mi vida.
Hoy vengo para adorarte solo a ti, para darte mi completa devoción y te pido que me ayudes a eliminar todo aquello que quiera tomar tu lugar.
Comentarios sobre post