A Pleno Sol
El desempleo motivado por razones externas, es uno de los grandes detonantes sociales en el siglo 21. La tecnificación deja a millones de personas sin salarios, pero ahora la pandemia coloca los subsidios y la ayuda de los gobiernos, como la única forma posible de subsistencia.
La paralización de la producción de plantas industriales, del comercio, del sector agropecuario, cierra las puertas a las empresas generadores de riquezas y de empleo. Poco importa la mano de obra disponible, porque no hay donde colocarla.
Desde hace seis meses la República Dominicana comenzó a vivir la crisis sanitaria del corona-virus, que hoy nos tiene prácticamente con las rodillas dobladas. En poco tiempo fue cesanteado un millón y medio de trabajadores formales.
Las evaluaciones de los técnicos empresariales es que tan solo un parte ínfima de esos cuasi-cancelados podrá volver a ocupar sus plazas. Se estima que ahora en el menor de los casos, por lo menos hay un millón de desempleados.
Es una carga mortífera, porque estas personas tenían un trabajo seguro hace seis meses, y ni siquiera en su peor sueño se les vino a la memoria que para subsistir tendrían que buscar la ayuda gubernamental.
Este nuevo millón de desempleados se une a la gran masa que siempre ha estado ociosa, u ocupando trabajos informales, desde buhoneros a chiriperos. Lamentablemente no hay solución a la vista para paliar el desempleo.
Los empresarios se han lavado las manos aplicando el aspecto legal del desahucio y dejando el problema en manos del gobierno. Cierto que una situación colectiva que puede ampliar la crisis económica y social, es responsabilidad directa del gobierno.
Pero ni el que está ni el que viene tiene de donde proporcionar trabajo a este mar de desempleados. Lo único que podría estar en disposición de implementar es entregar subsidios y ayudas, pero habría que ver hasta dónde llegan, por su fuerte carga a lo económico.
Una evaluación que no falla, es que para lograr solución a la crisis del desempleo, se hace necesario controlar el corona virus. Visto el panorama que a diario presentan las autoridades sanitarias, la pandemia está indetenible.-
Todavía y abriendo más la economía, no se va a resolver el problema. Sencillamente todas las empresas trabajan en rojo y no pueden asumir contratar totalmente a su plantilla de hace seis meses.
Tiene que darse una comunión de esfuerzos entre los empresarios y el gobierno central para hacer frente al desempleo. Los fraccionamientos sociales tienen que ser restañados a tiempo, antes de que se produzcan divisiones difíciles de empalmar. Para mantener la paz, hay que encontrar soluciones al creciente y pavoroso desempleo. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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