Redacción (VOA).- El senador estadounidense Bernie Sanders defendió este martes en el debate de Carolina de Sur sus alabanzas al sistema escolar de Cuba, diciendo que “cuando las dictaduras hacen algo bueno, hay que reconocerlo, pero no se intercambian cartas de amor” con ellas.
En el décimo debate de los precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos, Sanders tuvo que hacer frente a las críticas de sus contrincantes por sus halagos al socialismo y a preguntas sobre el tema del panel.
Sanders insistió el martes en que lo dicho días atrás sobre los progresos del gobierno cubano en el tema de educación. Uno de los moderadores le preguntó si se podría confiar en que un presidente socialista no daría vía libre a dictadores.
“Cuba hizo progresos en educación. Yo lo creo”, respondió Sanders, quien recordó también que él se ha “opuesto al autoritarismo en todo el mundo”.
Los opositores del precandidato demócrata consideran a Sanders demasiado extremo en sus puntos de vista para representar al Partido Demócrata como su candidato presidencial.
En una entrevista la semana pasada, Sanders elogió el programa contra el analfabetismo en Cuba impuesto por el ya fallecido expresidente Fidel Castro, a pesar de las innumerables condenas a décadas de violaciones de derechos humanos en la isla.
También han resurgido viejos videos de cuando Sanders era alcalde de la ciudad de Burlington, en Vermont, y visitó Cuba y Nicaragua.
En el debate del martes, el precandidato Pete Buttigieg dijo esos sentimientos de Sanders no lo ayudarán a enfrentarse al presidente Donald Trump.
“No estoy a favor de un escenario con Donald Trump defendiendo su nostalgia por el orden social de los 1950 y Bernie Sanders con su nostalgia de las políticas revolucionarias de los 1960”, dijo Buttigieg.
“Esto no es sobre lo que sucedió en los 1970 y 1980, sino sobre el futuro. Esto es sobre 2020”, añadió.
Los precandidatos demócratas tratan de convencer al electorado en que ellos son la mejor opción para enfrentar a Trump en noviembre, pero han chocado reiteradamente en cuáles de sus propuestas lograrán el apoyo suficiente de los estadounidenses.
Sanders, quien ha ganado ya dos primarias y encabeza algunas de las encuestas a nivel nacional, se defendió diciendo que otros sondeos reflejan que en los últimos 50 enfrentamientos hipotéticos contra Trump, él lo ha derrotado 47 veces.
Precisamente las posiciones de izquierda de Sanders y su éxito en las encuestas lo hicieron blanco el martes de los ataques de los demás candidatos.
«Bernie perderá con Donald Trump y la Cámara de Representantes y el Senado se virarán (a los republicanos)”, afirmó el multimillonario y exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en el debate. “¿Se imaginan a un republicano moderado votando por él?”
La senadora Elizabeth Warren, una vieja aliada de Sanders, también le enfiló los cañones: «Yo sería un mejor presidente que Bernie”, dijo, argumentando que ella lograría impulsar las políticas progresistas que ambos comparten, pero que Sanders no sería capaz de materializar.
Todos sus oponentes criticaron el plan de Sanders de ofrecer un seguro médico del gobierno para los estadounidenses que costaría 60 billones de dólares y sus proyectos de responsabilizar a los fabricantes de armas por la violencia con armas de fuego en Estados Unidos.
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