“El hombre propone y Dios dispone. Por ello pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito” Proverbios 16:1,3
No se trata de mis planes o lo que yo quiera hacer y lograr. Se trata acerca de los planes de Dios y lo que Él quiere lograr en y a través de mi vida. Sin embargo, Dios quiere que hagamos planes y pongamos metas porque para esto El nos dio conocimiento y sabiduría.
Ahora, no todos los sueños y planes que tenemos son buenos. No todos los planes son bendecidos por Dios. Entonces, ¿cómo sé qué tipo de planes son los que Dios bendice?
Planes que honran a Dios: La primera pregunta que tengo que hacerme es ¿Honrará este plan a Dios? Todo plan que te haga confiar más en Dios, obedecer y servirle mejor será un buen plan. En 1 Corintios 10:31 dice “Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios”.
Se puede hacer de todo para honrar a Dios. Puedes sacar la basura y lavar los platos para honrar a Dios. Puedes planear hacer negocios para honrar a Dios. ¿Cómo? Pensando en Dios y como esto honrara a Su nombre.
Planes motivados por el amor: Dios no va a bendecir un plan motivado por la codicia, la competencia, envidia o por el ego. Pero cuando planificas algo por amor a Dios y a otras personas entonces si será bendecido. En 1 Corintios 16:14 dice “Y hagan todo con amor”. La vida se trata de aprender a amarle a Dios y a nuestro prójimo.
Si haces planes sin amor, estarás tratando a las personas como proyectos. Estarás atropellando tu matrimonio, tus amigos, y personas simplemente para ascender la escalera del éxito. Este plan es equivocado y no recibirá la bendición de Dios.
Planes que me hacen depender más de Dios: Si no tienes un plan que requiere de fe, de dependencia total de Dios, entonces no será un plan que agrade a Dios. En Proverbios 16:9 dice “Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos”. Si mis planes dependen de mi habilidad tengo un fracaso garantizado.
Concepto importante
Todos queremos hacer planes que tengan como resultado el éxito. Sin embargo, no estamos dispuesto a dejar el control en las manos de Dios. Esto no es algo que se basa en la fuerza de la voluntad. Está basado en el poder de Dios.
Para hacer buenos planes necesito el Espíritu Santo de Dios para empoderarme y necesito aferrarme a Su palabra para que ella me guie. Cuanto más la leas, la estudies, la memorices, más éxito tendrás en hacer buenos planes.
Dios no es el “copiloto”, él es el “capitán”. No podrás hacer buenos planes por tu propia cuenta. No se trata de logros. Se trata de relaciones. Se necesita a otras personas en la vida para lograr grandes sueños y la única manera de involucrarlas es amándolas.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para pedirte que puedas guiarme a hacer buenos planes para el futuro. Quiero honrarte con todo lo que yo haga. Hoy me comprometo a buscarte mas para entender cuáles son tus planes para mi vida.
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