Por Luis D. Santamaría
Monte Plata (República Dominicana).- Representantes de diversos sectores sociales de esta provincia pidieron urgentemente declarar la Sierra de Yamasá, como reserva científica, bajo el alegato de que su existencia está seriamente en peligro de extinción.
Afirman que muchos de sus afluentes se han secado mientras la desforestación de su zona boscosa continua a un ritmo alarmante poniendo en peligro el nacimiento y la vida útil del río Ozama.
Esta región está formada por un sistema de montañas de poca altura que no sobrepasan los 900 metros sobre el nivel del mar y que constituyen, aparentemente, una continuación de la Cordillera Central.
La Sierra de Yamasá empieza, en su parte occidental, donde termina la Cordillera Central en las Lomas de la Guardarraya y se prolonga con dirección oeste a este bordeando el frente meridional de la región de Los Haitises y el frente noroccidental de la Llanura Costera del Caribe.
Tiene una precipitación pluvial alta que varía entre 1.500 y más de 2.250 mm anuales, correspondiendo los promedios más bajos a las zonas situadas al noroeste de Cotuí, y los más altos a todo el resto de la sierra.
Las zonas de vida que prevalecen en la Sierra de Yamasá son el Bosque húmedo Subtropical (Bh-S) y el Bosque muy húmedo Subtropical (Bmh-S), encontrándose este último en las vertientes de mayor elevación.
Las montañas principales son: la Loma de Siete Cabezas o de Siete Picos con 856 m y en cuya falda nace el río Ozama; Mariana Chica, con unos 802 m; La Guardarraya, con 755 m; y La Navisa, con 680 metros. La Sierra de Yamasá es, al igual que toda la Cordillera Central, muy antigua y se compone de rocas del período Cretáceo. Debido a las lluvias intensas que caen en esta región montañosa, así como las elevadas temperaturas de la región, las rocas madres se han desintegrado.
En cortes de la carretera Duarte, por la zona de La Cumbre, no se observan rocas propiamente dichas sino tierras rojas, como resultado de una fuerte oxidación.
Esta región tiene la minería más rica del país, explotándose el ferroníquel en las lomas Peguera y Caribe, próximas a Bonao; y oro y plata en la zona de Pueblo Viejo y Los Cacaos. En los años 50 se estuvo explotando mineral de hierro en Pueblo Viejo.
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